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El penúltimo raulista vivo

Entrar al trapo de Messi

A eso le llamo yo entrar al trapo, sí señor. Pero al menos las cosas vuelven a estar por fin en su sitio. Supongo que a Joan Laporta le interesaría que Ramón Calderón siguiera durante muchos años más como presidente del Real Madrid, del mismo modo que Florentino Pérez se deshacía en elogios hacia la figura de Joan Gaspart, a quien, por cierto, acababa de birlarle a Luis Figo delante de sus propios ojos: todo lo que debilite al eterno rival es bueno para uno mismo. Laporta ha entrado al trapo y, al referirse a los rumores acerca del presunto interés de un posible candidato a la presidencia, ("rumores", "presunto" y "posible", todo muy consolidado como podrá apreciarse) ha vuelto a ser el Laporta de siempre. Nadie del Real Madrid ha podido impulsar nada puesto que Vicente Boluda, que es Calderón y por lo tanto está a partir un piñón con Laporta, ha dicho por activa y por pasiva que él no va a mover ni un dedo tampoco en cuestión de fichajes.

Si nadie del Real Madrid ha movido nada, mucho menos ha podido iniciar una campaña de desestabilización del Barcelona "con el apoyo de las instituciones que pagan todos los españoles y especialmente los catalanes". ¿Está ya en campaña política Laporta? ¿A qué instituciones se refiere el presidente de la República Independiente del Barça?... De existir un club de fútbol que cuente con el apoyo decidido de las instituciones ese es, sin dudarlo, el Fútbol Club Barcelona. Y si hemos de referirnos a una campaña de desestabilización del rival, ¿por qué no hacerlo a la que puso en funcionamiento Jaume Llauradó, aquel sí candidato oficial a la presidencia del Barcelona, al afirmar que tenía fichado a un futbolista titular del Real Madrid del que no podía desvelar el nombre?... Todo el mundo empezó a hablar por aquel entonces de Iker Casillas, pero nadie sensato creyó a Llauradó precisamente porque Florentino Pérez, que también birlaría después a Laporta el fichaje de David Beckham, era presidente del Real Madrid.

Por mucho que Messi se bese el escudo y diga que le debe la vida al Barça, la gran diferencia existente entre lo que afirmó Llauradó, que llegó a hablar incluso de un documento firmado por ese jugador, y lo que todavía no ha dicho Florentino y quizá no diga nunca, es que en la ciudad condal sí creen a Pérez perfectamente capaz de ir a por Messi con todas las consecuencias. Nadie desde el Real Madrid habló en el transcurso de aquel verano de 2003 de una campaña de desestabilización, simplemente pasaron del tema. ¿Por qué?... Porque nadie creyó que Casillas fuera a fichar por el Barcelona. Si ahora se produce una reacción de Laporta, Beguiristain y Guardiola es porque ellos, en el fondo, sí creen que el jugador pudiera cambiar de aires. Sergio Kresic sí que tiene sobrados motivos para hablar de una campaña de desestabilización del Numancia tras el arbitraje del sábado en el Camp Nou. Si algún día tengo ocasión le preguntaré a Laporta si esa campaña también cuenta con el apoyo de las instituciones que pagamos entre todos los españoles y no sólo los socios culés.

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