Según testimonio de Michel Salgado, uno de los capitanes del equipo, la plantilla ha quedado con el presidente y con el entrenador en intentar ganar una serie de partidos seguidos, que pueden ser por ejemplo cinco, y así poder salir del bache que Schuster no ve por ningún lado. Y me pregunto yo: ¿por qué, ya que estaban todos reuniditos y calenticos en Valdebebas, no quedaron en ganar una serie de partidos seguidos, que podían ser por ejemplo veinticinco, y se llevaban de calle la Liga? ¿Sólo quedaron en cinco? ¿Es que van a ir como en el parchís? ¿Y qué harán cuando jueguen el quinto de la serie? ¿Volver a quedar para ganar otros cinco seguidos? Por otro lado, ¿es que los jugadores del Madrid tienen que quedar para ganar cinco partidos seguidos? ¿Acaso no quedan ya a diario en los entrenamientos? ¿Quiere decir Michel que si ahora van tan mal, aunque eso no lo vea Schuster, es porque los jugadores no han quedado previamente en ir bien? ¿Es tan fácil?...
Seguro que no tiene absolutamente nada que ver el hecho de que los jugadores de la primera plantilla del mejor club del siglo XX hayan quedado en intentar ganar una serie de partidos seguidos, que pueden ser por ejemplo cinco, con la noticia que adelantaban ayer en Radio Marca y que apuntaba al ofrecimiento por parte de Ramón Calderón de una prima de 120.000 euros por cada futbolista si ganaban... ¿cuántos partidos seguidos?... Sí señor, premio para el caballero, ¡cinco!... Multipliquemos: 120.000 euros por 25 jugadores hace un total de 3 millones de euros. Cassano, líder intelectual de la Quinta del Donut, costó 5 millones, sólo 2 más de los que, según Radio Marca, sacó este viernes Calderón de la faltriquera de todos y cada uno de los socios para pagarles otra ronda a los jugadores. ¿Será verdad eso de que los futbolistas de élite cuando pierden, ganan, y cuando ganan, ganan más todavía? Si para que unos deportistas extraordinariamente bien pagados cumplan con su obligación hay que rascarse aún más el bolsillo, ¿por qué cuando no cumplen no se les quita dinero?
Los jugadores, y significadamente Michel, quedaron como Cagancho en Almagro, pero el papelón de Calderón es de los de llorar a moco tendido. Dejando a un lado que un presidente del Real Madrid no debería ir por ahí mendigando a la plantilla, ¿a santo de qué les prima en concreto por los cinco próximos encuentros? ¿No tendrá que ver con la fecha de convocatoria de la Asamblea? En un intento por fomentar la democracia interna y reactivar de paso la participación de la masa social en el devenir diario del club, la junta directiva ha ido a poner la Asamblea el domingo 7 de diciembre a las 9 de la mañana, justo en pleno puente de la Constitución. Para el improbable caso de que algún despistado se quede en Madrid y ese día se anime a madrugar para aguantar el mitin del presidente, éste, que no quiere más sorpresas, está intentando a la desesperada llegar con los deberes deportivos más o menos hechos. ¿Es o no es como para emigrar a Golfito?