Debido a mi notable torpeza he tardado mucho más que los demás, pero al fin lo entiendo. Hasta ayer, por mucho que me dijeran que se había criado allí, no acertaba a comprender por qué los atléticos se empeñaban en festejar como propios los goles que marcaba un señor con la camiseta de un club inglés, pero ahora todo cobra sentido para mí: Fernando, de familia atlética, rojiblanco hasta la médula, es el mejor embajador que en el mundo pueda tener el equipo que preside Enrique Cerezo; siempre que sus múltiples ocupaciones y una agenda apretadísima se lo permiten, tiene un recuerdo cariñoso para su ex equipo. Decía que hasta ayer no daba crédito a las celebraciones atléticas de los goles de un futbolista que juega con la camiseta del Liverpool porque precisamente este martes apareció en el diario La Razón una esclarecedora entrevista con Torres que supuso un "antes" y un "después" para quien esto escribe. Y de repente vi la luz.
Atención a las declaraciones del niño porque no tienen desperdicio: "Agüero crece a una velocidad superior a la del Atlético como club y va a llegar un momento en el que se darán cuenta de que tiene que marcharse. Quizá no tanto Forlán, que es más mayor, pero Agüero tiene una edad para seguir avanzando y quizá va a tocar pronto techo allí. Si el club quiere retener a estos jugadores debe crecer a la velocidad que ellos crecen". O sea que a Forlán, que en mayo cumplirá los treinta, sí le aconseja que se quede porque ya tiene una edad y debe empezar a pensar en su jubilación, pero a Agüero, que es el nuevo jugador franquicia del Atlético, un futbolista de moda, el referente mediático del club, le recomienda que si quiere seguir creciendo se largue cuanto antes continuando su ejemplo. ¿Es o no es como para saltar de alegría cuando Torres le marca un gol al Stoke City? Si yo fuera Miguel Angel Gil ofrecería a través de pantallas gigantes todos los partidos del Liverpool en el estadio Vicente Calderón. Favor con favor se paga. "¡Goool de Torres contra el Bolton Wanderers!"...
Supongo que Fernando no hace otra cosa que anticiparse a lo inevitable. Quien más y quien menos da por hecho que Agüero acabará saliendo del Atlético de Madrid tarde o temprano. Yo creo que el propio Agüero es consciente de que eso será así. Y Torres tiene razón al afirmar que el club crece al ritmo de Coupet y Ujfalusi, pero no al de Sergio Agüero. Además, si él, al que le corre sangre rojiblanca por las venas y prometió que sería el último en abandonar el barco, no tardó ni medio segundo en responder al silbidito de Rafa Benítez, ¿a santo de qué tendría que ser leal un chaval que no lleva aquí ni siquiera tres años? Probablemente Torres diga estas cosas por el bien del Atlético de Madrid. A lo mejor lo que quiere es que Agüero acabe jugando con él en el Liverpool para que así la parroquia colchonera tenga un doble motivo de satisfacción con la Premier, nuestra Liga hermana. El Atlético de Madrid abre embajada en Anfield. Crezcamos y caminemos todos juntos.