Menudo titular abracadabrante acabo de leer: "el siglo XXI acaba con la Liga española". No está mal, aunque llega tarde; más o menos 50 años tarde. Sí porque, si de la distancia entre Real Madrid y Barcelona y el resto de competidores hablamos, habrá que decir que los merengues han ganado treinta y una Ligas y los culés veinte, siendo subcampeones los primeros otras diecinueve y los segundos otras veintidós. El último equipo en ganar la Liga española que no fuera ni Real Madrid ni Barcelona fue el Valencia (2003-2004), antes el Deportivo de La Coruña en el año 2000, y antes aún el Atlético de Madrid en 1996, cuando el doblete. La Liga española lleva rota hace tanto tiempo que ni siquiera nos hemos dado cuenta de que entre madridistas y azulgranas se reparten todo el pastel. Todo, desde los programas deportivos de radio hasta el merchandising, gira a su alrededor. No es triste, es cierto.
De lo que aquí hablamos, pues, no es de una mayor competitividad de la Liga sino de dinero puro y duro, euros contantes y sonantes, money del bueno. Y esto es la pescadilla que se muerde la cola: ¿por qué ganan tantas Ligas Real Madrid y Barcelona?... Porque suelen contar con los mejores jugadores del planeta. ¿Por qué suelen contar Real Madrid y Barcelona con los mejores jugadores del planeta?... Porque tienen mayor potencial económico que el resto. ¿Y por qué tienen mayor potencial económico que el resto?... Porque tienen más aficionados que los demás, han ganado muchos más títulos, todo lo que hacen sus estrellas capta la atención a nivel mundial, no sólo nacional, y la gente quiere verles de cerca, tocarles, seguirles allá donde vayan.
Pongamos por caso que, de cada mil telespectadores españoles, hay quinientos que están dispuestos a pagar por ver al Real Madrid, cuatrocientos cincuenta al Barcelona, veinticinco al Atlético de Madrid, quince al Valencia, cinco al Sevilla, tres al Villarreal y dos al Athletic. ¿Cómo se atreve Del Nido a pedir que Florentino Pérez o Sandro Rosell acepten una distribución equitativa de los derechos de televisión?... Lo que pretende Del Nido es que Real Madrid y Barcelona le regalen a él su dinero, el dinero que generan y que por lo tanto les pertenece, por la cara bonita y porque él lo vale; lo que quiere Del Nido es que en el Sevilla jueguen Cristiano o Messi. Está en manos del Sevilla, y en realidad de cualquiera, darle la vuelta a la tortilla con la vista puesta en el siglo XXII; es tan fácil como ganar nueve Copas de Europa y treinta y una Ligas. El Sevilla ganó una en el 46: es una forma de empezar como cualquier otra, ya sólo le quedan otras treinta.