Iba a decir que para que un árbitro de Arminio le pite al Real Madrid un penalti a favor hace falta que un jugador rival le pegue a otro merengue una patada en la cabeza dentro del área y le parta la nariz, pero eso ya pasó el sábado por la noche con Lucas y Ramos y Borbalán no le sacó la tarjeta amarilla al capitán madridista de puro milagro. La verdad es que, desde que arrancó la Liga, al Real Madrid le han hecho penaltis de todas las formas y colores pero como resulta que "arbitrar es muy difícil" y al final todo queda pendiente de "la interpretación del colegiado", pues se acabó la discusión: al campeón le acribillan desde el Comité Técnico de Árbitros, le impiden competir en igualdad de condiciones y, aún así, tiene que estar agradecido de que no le expulsen a un jugador por golpear con su cabeza la bota del rival de turno.
El problema no es que los árbitros sean buenos o malos, que en líneas generales son bastante malos, sino el sistema. ¿Cómo ha sido posible que Ángel Villar, cuyas tácticas han quedado ahora aireadas por la Operación Soule, saliese elegido una y otra vez, y otra más, presidente de la federación? ¿Lo estaba haciendo tan bien Villar?... En absoluto, Villar lo estaba haciendo rematadamente mal, pero el sistema estaba precisamente diseñado para que siempre saliese elegido presidente de la federación. Lo único que hizo Victoriano, que lleva siendo 30 años la mano derecha de Villar, fue aplicar exactamente el mismo sistema al colectivo arbitral. ¿Qué es lo que quieren los árbitros por encima de todas las cosas?... Lo que quieren es sobrevivir y harán todo lo que esté en sus manos para conseguirlo.
Ante este panorama, a mí 10 puntos de distancia entre el Barça y el Madrid cuando aún no hemos aterrizado en diciembre me parecen pocos puntos, la verdad. Con este sistema 10 puntos son perfectamente asumibles. Y no es un problema de fútbol, que ese también lo tiene el líder de la competición, sino de que los árbitros piten lo que suceda sobre el terreno de juego y no en su imaginación. Con el mismo fútbol que el Barça, el Real Madrid tendría que estar igualado a puntos con el líder de la clasificación, si no por encima, si los árbitros hubieran aplicado correctamente el reglamento, pero no hay tutía. Conociendo al Madrid, 10 puntos son remontables. Conociendo el sistema, yo le iría dando la enhorabuena al Barça y, si fuera del Valencia, rezaría todas mis oraciones. Este año no conviene, el arbitraje está en pleno procés.