Podrá parecer que no tiene demasiado sentido pero el del otro día en París era un partido menos amistoso para España que el de esta noche, que es oficial, ante Macedonia. Deschamps anda enfrascado preparando la Eurocopa de dentro de dos años en la que serán anfitriones, y la verdad es que, después del desastre de Sudáfrica de 2010, parece que ha vuelto a dar con la tecla. Salvo irrupción sorpresiva de última hora, el equipo galo diferirá bien poco del que jugó el otro día contra España. El de París era un partido de prestigio, el del Ciudad de Valencia de hoy no lo es en absoluto. España llevaba ya un tiempo sin caer allí ante una selección que, por esas cosas de la vecindad que genera rivalidad, siempre ha estado en nuestro punto de mira. La racha se acabó.
Del Bosque, que ayer trató en vano de justificar la psicodélica presencia de Munir ("Le convence jugar con España. Es de Galapagar") sentó de repente a Casillas en París entregándole la titularidad a De Gea, que sin duda está llamado a relevarle en la selección. La afición interpretó erróneamente que Iker, que a diferencia de Xavi, Villa o Xabi no ha dicho en absoluto que se piense retirar, también entraba en la Operación Bikini y que su presencia en las convocatorias empezaría a ser más testimonial que real. Pero no: De Gea jugó el partido amistoso con características de tensa y competitiva oficialidad mientras que Casillas jugará hoy el partido oficial con ribetes de pachanguita entre solteros y casados.
España perdió de la peor manera posible ante Francia porque no fue capaz de disparar ni una sola vez entre los tres palos pero estoy convencido de que ese once que sacó Del Bosque en Saint Denis, exactamente ese once, no habría perdido por 5-1 ante Holanda ni por 2-0 ante Chile. Le faltó coraje entonces para adoptar determinadas decisiones... y le sigue faltando ahora para decirles a algunos jugadores que han sido muy importantes para nuestra selección pero que a ellos también les llegó su hora. El problema de España no es la falta de gol porque, a Dios gracias, nuestro fútbol exporta a otras Ligas grandísimos delanteros. El problema de España es Vicente del Bosque. Mientras él siga ahí no habrá absolutamente nada que hacer y nos volverá cada día que pase un poquito más locos.