Por supuesto que del géiser del antimourinhismo, ese permanente hervidero de resentimiento, no va a dejar de brotar la mala baba por una Liga ganada con unos números espectaculares (números que, por cierto, echan abajo todas y cada una de las peregrinas teorías acerca del juego que le gusta poner en práctica al entrenador portugués) y arrancada de las manos al mejor Fútbol Club Barcelona de la historia. De hecho ya se está infravalorando a estas horas el campeonato, nueve meses de un trabajo intensísimo, agotador y que ha obligado tanto a merengues como a azulgranas a mantener un pulso físico y psicológico abrumadores, un duelo que aún mantiene en vilo a Cristiano y Messi, que han marcado cada uno de ellos 43 goles. Al parecer esta Liga no es nada si no va acompañada de la Champions, como si fueran las dos en un pack y resultara sencillo hacer el doblete.
Pero volvamos al géiser. Es la primera vez en la historia que un equipo cuenta en sus filas con tres jugadores que han logrado veinte o más goles cada uno de ellos. Y hace tres meses, cuando Mourinho combinaba a Benzema e Higuaín y repartía entre ellos los minutos, ya dijo el entrenador que acabaría eligiendo a uno de ellos en la fase decisiva de la temporada. Dicho y hecho: eligió a Benzema, y a las pruebas me remito de que al equipo no le ha ido nada mal con él como titular. El caso es que el antimourinhismo utiliza a Higuaín, que es comprensible que no esté feliz con su situación deportiva, como palanca contra el portugués, del mismo modo burdo que el antimadridismo emplea a Raúl contra su equipo de toda la vida. Esto es fantástico: se empieza con la burla de Alves a la afición del Rayo y se acaba con Mourinho; se empieza hablando de Higuaín y se termina hablando... ¡de Coentrao!...
Decía Henry-Louis Mencken que "para todo problema humano hay una solución fácil, clara, palusible y equivocada". Yo entiendo que Higuaín no esté satisfecho y ahora mismo se sienta suplente y quiera cambiar de aires. Comprendo igualmente al representante del chico, que es su padre, cuando flirtea con el P.S.G. y se deja querer por el jeque. Es razonable también que los movimientos de Higuaín senior no hayan sentado bien a Mourinho. Y es lógico que el Real Madrid se niegue a vender a un jugador que ahora mismo tiene un montón de novias, y con el que cuenta Mourinho, por una pequeña cantidad de dinero. No existe una solución fácil, clara y plausible para un problema que no es matemático sino deportivo y humano. Y quiero entender que Mourinho no arrojará piedras contra su propio tejado teniendo además como tiene a diario para ese trabajo un montón de alegres voluntarios en la prensa deportiva de este país. Eso sí, espero que si Gonzalo acaba yéndose sea porque su representante le haya garantizado por contrato que va a jugar como titular en su próximo equipo. Y que le vaya bien, claro. Y que sea feliz.