Todo hace indicar que el andamiaje que está colocando Mourinho tiene como uno de sus principales objetivos liberar a Ronaldo para que éste se sienta cómodo, feliz y resuelva aún con más facilidad si cabe. En la temporada anterior, se supone que la de su integración, vimos a un Cristiano excitadísimo, revolucionado y que casi tenía que hacerlo todo él solito; aún así el portugués no se amilanó y creo que fue de largo el mejor de su nuevo equipo. Sabedor de los problemas que va a tener el Real Madrid sobre todo en casa, y fundamentalmente su compatriota, Mourinho quiere lógicamente abrir el campo (de ahí los fichajes de Di María y León) e inyectar mayores dosis de músculo y juventud por detrás del nuevo 7; y ahí es donde encaja perfectamente Sami Khedira, unas de las revelaciones de la nueva selección de Alemania junto a Müller y Ozil.

Ya pudimos apreciar en los partidos que disputó Alemania que Khedira es un portento físico, tácticamente muy ordenado y que cubre mucho campo, lo que no significa en absoluto que sea un tanque que no sepa jugarla cuando tiene que hacerlo. Me parece que el gran beneficiado de este fichaje no será tanto Ronaldo como Xabi Alonso. Khedira es el nuevo alemán, continuador de una magnífica saga de extraordinarios centrocampistas procedentes de aquel país, aunque no sabría con quién emparejarle futbolísticamente hablando. Con Schuster, el más reciente, desde luego que no; Bernd fue el verso libre del fútbol germano, más brasileño que alemán en el trato del balón, la excepción que confirma la regla y un jugador entre un millón. A nadie le habría extrañado que se hubiera llamado Bernardao.

Tampoco creo que vaya a ser el nuevo Stielike; Uli sí que era definitivamente alemán-alemán, un panzer rocoso, incansable, correoso, durísimo para los rivales; un dolor de muelas que encandiló a Santiago Bernabéu desde que puso sus ojos en él. Lo que recuerdo de Paul Breitner, que era un super clase sin duda alguna, es que aquí dejó gotitas de su desbordante calidad, pero sin esforzarse tampoco demasiado; Breitner llegó a España siendo una estrella contrastada y reconocida en el mundo entero y puede que pensara que el Madrid debía girar entorno a él y no al revés. No tengo un recuerdo nítido de Netzer, lo siento. Khedira tiene la ventaja de que es muy jóven, tan sólo tiene 23 años, y va a estar rodeado de cracks mundiales. Y ha costado 12 millones, una fruslería si tenemos en cuenta cómo está el mercado. Ahí también se nota la mano de Mourinho. Y, por supuesto, la crisis.