Adrián González está harto de ser el hijo de su padre. Dicho así, tan bruscamente, pareciera como si el futbolista del Getafe tuviera problemas en casa o no se llevara bien con su progenitor, pero no van por ahí los tiros, y haberlos -me refiero a los tiros- haylos. De lo que está harto Adrián es de ser "el hijo de Míchel". El hijo llegó al equipo antes que el padre, lo que quiere decir que existía un interés deportivo en la contratación de este jugador antes de que Angel Torres le ofreciera a Míchel ese puesto de trabajo. Por cierto que la coincidencia de padre e hijo, uno como entrenador y otro como jugador, en el mismo vestuario, no supuso un obstáculo para el presidente del Getafe. ¿Cuántos entrenadores españoles estarían en disposición de entrenar al club madrileño? ¿100? ¿200?... De entre todos ellos, Torres fue a elegir precisamente al padre de uno de sus jugadores, demostrando que ese no iba a ser un problema. Pero sí lo ha sido.
¿Y en qué consiste?... Pues el problema es que hay gente que se quedó con ganas de pegarle más patadas en el culo al Míchel jugador y ahora aprovechan el cartucho para dárselas de rebote en el de su hijo. Supongo que a Héctor le sucedería algo parecido si coincidiera en el mismo equipo con Raúl como entrenador: la gente que se quedara con ganas de pegarle patadas en el culo al 7 de España aprovecharía para dárselas a su hijo. No recuerdo muchos días en los que a Míchel no le pasaran una factura al cobro cuando era jugador. La verdad es que el 8 no pasaba desapercibido ni dentro ni fuera del campo, y tampoco lo pretendía. Lo cierto es que Míchel era un imán para los antimadridistas, igual que Raúl, Juanito o Hugo Sánchez, y él se encontraba cómodo en ese papel. Butragueño era el yerno que todas las mujeres de España querían tener mientras que Míchel era el chico malo del que había que huir. Adrián está pagando ahora una parte de la vajilla que dicen que rompió su padre en los años ochenta.
Quien diga que Adrián es un "paquete" miente. Quien afirme que Míchel alinea a este jugador porque es su hijo también miente. Además, quienes dicen esas cosas mienten a sabiendas de que lo están haciendo y con el único objetivo de humillar a Míchel y asquear a su hijo. Dos por uno. Me da en la nariz que en el vestuario del Getafe no son tan liberales como creyó en un principio su presidente. No sé por qué tengo la impresión de que ha habido veteranos que han ido por ahí cuestionando a su entrenador por poner a su hijo hasta que han conseguido que el ambiente fuera irrespirable. El Getafe está ahora mismo octavo y a una victoria del quinto, que es el Mallorca, de forma que, de momento, por ahí no le podrán meter mano a Míchel. O puede que sí porque ya he oído que el equipo empezó a carburar cuando el entrenador relegó a la suplencia a su hijo. Basura y más basura. Facturas de los mediocres.