El futbolista del siglo
Ha muerto el gran Ferenc Puskas. La noticia no me ha sorprendido demasiado puesto que ayer mismo conté en La Palestra del Deporte el empeoramiento en la salud del queridísimo "cañoncito pum", líder de aquella mítica orquesta húngara que revolucionara el fútbol de la época con el novedoso 4-2-4 que, entre otras cosas, desarboló a Inglaterra en Wembley por 3 goles a 6 en lo que después bautizaría The Times como "the match of the century" ("el partido del siglo"). La noticia no me ha sorprendido, pero tampoco me ha dolido menos conocerla. Puskas era un personaje realmente entrañable, un hombre con un gran sentido del humor y que solía relatar su habilidad para jugar al fútbol de forma muy parecida a como lo haría un superhéroe de la Marvel que acaba de descubrir de repente sus poderes.
Con todos mis respetos hacia la interminable pléyade de grandiosos jugadores que han pasado a lo largo de la centenaria historia madridista, Puskas ("escopeta" en húngaro) me parece uno de los componentes del triunvirato que, junto a Di Stéfano y Francisco Gento, convirtió al Real Madrid en lo que es hoy en día, un mito. A finales de los años cincuenta empezó a circular por la ciudad una leyenda según la cual Alfredo di Stéfano y "cañoncito pum" cruzaban apuestas, después de los entrenamientos y con la puerta cerrada a cal y canto, con el simple objeto de dilucidar cual de los dos era capaz de lanzar un libre directo y golpear más veces con el balón en la escuadra. Los pocos privilegiados que asistieron a aquellas memorables timbas deportivas aseguran que, aunque por poco, casi siempre ganaba Puskas con el consiguiente enfado de la "saeta rubia", a quien no gustaba perder ni a las canicas.
Cuando Puskas llegó al Madrid llevaba mucho tiempo sin jugar, demasiado. Estaba excesivamente grueso y era propietario de lo que hoy conoceríamos vulgarmente como una "tripita cervecera", pero en cuanto pilló de nuevo el tono físico la máquina empezó a carburar otra vez. Era un goleador envidiable y un futbolista de muy mal genio, de ahí que sintonizara rápidamente con el otro gran cascarrabias del equipo, Alfredo di Stéfano. Don Alfredo cuenta en sus memorias que Puskas, que no hablaba ni una gota de español, no hacía más que repetir "¡motor, motor, motor!", que quería decir correr: "como no hablaba, protestaba mucho. Hacía ademanes con la mano que eran muy comunes en los países centroeuropeos, pero que aquí sentaban muy mal a los árbitros. Yo le dije mil veces que no hiciera ese gesto con la mano, que aquí significaba mandar a alguien a tomar por..., o a freír puñetas, pero no me hacía ni caso".
No creo que sea posible volver a pasar por el estadio Santiago Bernabéu sin que alguna de sus piedras reboten el eco de aquellas palabras de Ferenc Puskas... "¡Motor, motor, motor!" Su pierna izquierda dominó durante tantos años el "planeta fútbol" que hoy resultaría imposible explicarlo sin hacer referencia a él. The Times habló del "partido del siglo" cuando Hungría desarboló a Inglaterra en el estadio de Wembley; no exagero en absoluto al afirmar que esta madrugada, en una clínica de Budapest, ha muerto el futbolista del siglo XX. La enfermedad que roba la memoria se ha llevado también al hombre, y con él se ha ido el futbolista. Hace algunos años una expedición del Madrid encabezada por Di Stéfano fue a Budapest a rendirle un homenaje a Puskas. Dijeron que a Ferenc ya le costaba mucho recordar quién había sido, qué había hecho para merecer aquello, por qué tanto alboroto. El lo habrá olvidado, pero aquí estamos nosotros para recordarlo siempre. Si es cierto eso que dicen de que un hombre no muere del todo hasta que ya nadie le recuerda, Ferenc Puskas vivirá eternamente.
Sólo vi a Puskas una vez en un partido de Copa. Ganó el Madrid por seis a uno. Al poco tiempo, la cuadrilla - por la edad y por la poca educación- escribíamos una carta a M. Muños para que se deshiciera de Puskas. "Que lo mandara a su carnicería". Que no sé si si era verdad que era propietario de tal carnicería. Lo cuento a mis alumnos. Siempre tenemos cosas de qué arrepentirnos. Descanse, don Ferenc.
Deberian poner un libro de condolencias en el Bernabeu hoy mismo para que toda el aficionado que quiera acercarse ponga su firma. La muerte de Puskas no está en la pagina web en la version en ingles; la verdad en Concha Espina 1, alguien duerme de lo lindo. Y espero mañana un homenaje de toda la afición como Dios manda. Ferenc, no te olvidaremos nunca.
Qué jugadores de fútbol !!!! : Di stéfano, Pachín, Rial, Gento, Zárraga, Marquitos, etc. y por supuesto como no D. Ferenc Puskas.He aquí jugadores que sentían la camiseta y el escudo, no como "los bizcochines" y un tanto "pesetas" y/o "euretas" que tenemos en los días actuales. Gracias Puskas, y descanse en paz.
Gracias, Juanma. Descanse en paz Ferenc Puskas
Es una lástima que el Madrid no sepa rendir honor a sus héroes, lo que sería beneficioso para la entidad y para estos memorables veteranos. En USA ya habrían retirado el número de Di Stéfano, construído una estatua a Juanito, dedicado una grada a Gento. ¿ Qué haría David Stern en estos casos? Pues nosotros, más y mejor. En cambio, aquí tuvo que ser Di Stéfano, casi individualmente, el que fuera a rendir sus respetos a Puskas, a Buda-Pest, cuando ya estaba moribundo, arruinado y sólo. Qué cutre. Que poca visión. Que ingratitud. El Madrid debe demostrar que es el más grande también en estas cosas. Y ni Juanito puede morir arruinado, arrastrándos por campos de tercera, ni Puskas languidecer en el olvido. Mientras, los presidentes a ponerse moraos de jamoncito y camarones. Hay que saber vender lo que el Madrid es. Como marca, es la única española que es la mejor del mundo. Pero no se cuida nada. Una idea: Podrían colocar en la cornisa del Bernabéu estatuas de aquellos que fueron realmente grandes, consagrarlas antes de un partido oficial con lucecitas, música y toda la pesca, y hacer así un Olympo que contribuya a recordar a los asistentes al estadio porqué están en el Vaticano del Futbol. Un respeto. Además, a los madridistas eso nos gusta mucho. De hecho, todo ésto me recuerda lo miserable y discreta que fue la despedida de Zidane. Era el más grande, y engrandecía al Madrid. Eso hay que saberlo hacer, con su escenografía grandiosa y emotiva de rigor. Pero no. Aquí todo a lo cutre. Si no hubiera tanto aprovechado chupasangre que ha pasado y pasa por la casa blanca estos ritos ya hubieran cuajado. Como también sería telegénico y testosterónico pasar a todo nuevo fichaje por la sala de trofeos, de la mano de D. Alfredo o de Paco Gento ( en un futuro, de Zizou o de Raúl), a modo de bautismo y cura de humildad. Así a lo mejor se les bajan los humos a mucha estrellita de anuncio que llega endiosado ya al olimpo. Como si ellos fuesen a hacer grande al Madrid.
Un blogger está a punto de tener que declarar como imputado por sus opiniones a favor de Israel y de Estados Unidos. Más información aqui: http://elrincondelalibertad.blogspot.com/2006/11/persecucin-de-un-blogger-de-el-rincn.html Perdón por el "off topic", y si alguien tiene la posibilidad de hacer una referencia en el blog de Luis del Pino lo agradezco.
Pues aunque entonces era yo un crío sí que me acuerdo de verle jugar, que ya tiene uno sus quinquenios a las espaldas. Ya dije que su tripa rebelde pugnaba con la camiseta y acababa por desbordarse generosa por encima de la cintura del pantalón. Un trotecillo corto, un buen regate, lo necesario para descolocar al defensa, y ya disponía del mínimo hueco para que pasase el balón. Adiós portero. Cuando puso en marcha una fábrica de salchichas (no una carnicería, aunque se dijo de todo) la gente se metía cariñosamente con él relacionando sus michelines con la cata de su producto. ¿Ronaldo gordo? Venga hombre. Dos anécdotas. Una que ocurrió en el campo y que id a saber si es verdad. En un partido contra el Atleti sacó una falta y fue gol. El árbitro lo anuló por un tiquismiquis y ordenó repetir el tiro. A Pancho le sentó tan mal que le prometió al árbitro que lo iba a tirar por el mismo sitio y con el mismo resultado. Dicho y hecho: por el mismo sitio y gol otra vez. En una ocasión dizque le preguntaron por la mejor manera de tirar un penalty si colocado, si por el centro, si fuerte... y el contestó: no sé, yo tiro y si la para el portero, peor para él. Cierto. Parar uno de aquellos misiles debía llevar aparejada la rotura de varias falanges de los dedos. Ya dije otro día que para mí ha sido el mejor delantero que haya tenido el Madrí, contando con que D. Alfredo no era delantero, porque era delantero, más defensa, más organizador, y portero no porque el reglamento es un paspijero y no lo permite. Descanse en paz Pancho Puskas.
Desgraciadamente yo no le vi jugar en vivo. Pero por todo lo que ha significado para el club que me causa tantas sensaciones, dejo mis respetos. Y coindido con todo lo que se ha dicho. Una institución como el Madrid no sería lo que es sin los individuos que por ahí pasaron dándolo todo. Honrémoslos.
Corazón, orgullo y razón de ser madridista. Sr Puskas: me pongo de pie!
Corrijan por favor: la delantera del Madrid en la final de la 5ª Copa de Europa fue: Canario, Del Sol, Di Stéfano, Puskas y Gento. Tanto LG como Televisión Española dan una delantera con Rial y Copa como interior y extremo derecha que no fue frecuente. El 3er gol de aquella final, lo marcó Puskas en el estadio de Hapdem Park y fue tan extraordinario que debiera haberse cerrado el estadio para siempre y erigir un monolito en honor de Ferenc Puskas. Pertenecí en aquellos años al equipo amateur y mis ojos no han visto jugador más asombroso. La mayoría de los que pertenecíamos a la disciplina del Madrid, estábamos de acuerdo en que nadie podía comparársele técnicamente. El Madrid lo fichó con 31 años por consejo de Emil Osterreicher, Director Técnico, que lo conocía bien, y dejó que el Barcelona fichase a Kocsis y Czibor, jugadores más jóvenes (también del Honved) y, aparentemente, con más futuro. Ýo, personalmente, lo prefiero a Maradona, Di Stéfano, Pelé, Cruyf, Zidane, y no soy el único, muchos de los que lo vieron, piensan como yo.
Leo en el anterior artículo un comentario de Ben pidiendo que alguien reuerde en qué circunstancias llegó Puskas a Madrid. Brevemente, en 1956 los hungaros se levantaron contra su gobierno, satélite de la URSS. Los soviéticos solucionaron el asunto a su estilo: los tanques entraron en Budapest y no pecisamente de paseo. Hubo un auténtico rio de sangre. Ahora se han cumplido los cincuenta años de aquello aunque aquí, en España, muy pocos lo han recordado. Cosas de la memoria histórica. A Puskas la cosa le pilló de viaje con su equipo, el Honved, camino de Bilbao donde iban a jugar un partido de Copa de Europa. Él y otros varios, entre ellos Czibor y Kocsis que acabaron en el Barça, desertaron. Literalmente, pues en el deporte de más allá de lo que se llamó el telón de acero todo era "amateur" y Puskas, por ejemplo, figuraba como coronel del ejército húngaro. La FIFA los sancionó con varios años sin jugar y Puskas anduvo dos años dando tumbos por Europa, hasta que un tal Bernabeu se empeñó en ficharle, en contra de la opinión de todos, y ahí está el resultado. Pio Moa le dedica hoy también su blog y muy oportunamente señala como huyó de una dictadura para venir a acogerse a otra, infinitamente menos sangrienta y opresiva que aquella, en la que vivió, se ganó la vida e incluso se nacionalizó español. Sé que la cosa sé resulta incomprensible para los muchos que no vivieron aquella época y lo que conocen de ella es el párrafo que le dedican los libros LOGSE o la serie Cuéntame de TVE. De verdad, creeroslo, porque era así: en aquellos años sesenta y setenta más dictablanda que dictadura. Bastante llevadera, vamos. Espero que el amigo Ben haya quedado satisfecho.
Para Baudilio: La anécdota de la falta repetida que acaba en gol, por el mismo sitio, las 2 veces, es auténtica. La refiere Madinabeytia, portero internacional argentino, del Atlético de Madrid. Ya retirado en su país, le entrevistan y lo que dice es que nunca, en su larga vida deportiva, ha visto nada parecido a Puskas y comenta el lance de aquel derby, diciendo que sabía, cuando repitió el golpe franco, que se lo iba a tirar por el mismo sitio que el primero y, aun así, no pudo hacer nada. No sé cuando le vería, pero le puedo asegurar que de trotecillo nada. Tenía un sprint de 10/12 metros potentísimo. ¡Qué Dios le tenga en su gloria!
Hablando de Puskas se me ha calentado la boca. A Baudilio le digo que de acuerdo, pero que no ha debido de ver mucho al divino húngaro. No tiró nunca los penaltis a romper, sino más bien templados y colocados. Y a Juan Manuel Rodríguez, le digo: "si usted vió a Puskas, lo suficiente, y fue capaz de ver la maravillosa pureza de su fútbol, es, metafísicamente, imposible que sea forofo de Raul". Toda la potencia de su tiro, era técnica y sólo técnica. Y más admirable que la potencia excepcional de su tiro, era su precisión.
Para Eliot. Gracias por confirmarme la anécdota. Me acuerdo de aquel portero, Medinabeytia. No me extraña que no pudiera atajar el balón aunque supiera por donde iba a ir. Probablemente ni lo vió. Bueno sí, en el fondo de la portería, pero ya tarde.;) Con lo de trotecillo me refería a una carrera corta, por contraposición a una galopada larga, estilo Gento o, hoy en día, R. Carlos. Con aquella tripita .... Ya lo creo que tenía buen sprint y que lo aprovechaba para hacerse el hueco rápidamente y tirar. Recuerdo que cuando atacaba el equipo contrario, él solía quedarse de lo que en baloncesto llaman "palomero", esto es de delantero muy adelantado porque si venía el contraataque de carrera larga nada, o sea que ya tenía medio camino hecho. Saludos
Gracias Juanma.
Esta otra anécdota le gustará, especialmente, a Baudilio. Me la contó Félix Ruiz (q.e.p.d.). Encuentro de liga: Celta de Vigo 0 - Real Madrid 2. Los 2 goles de Puskas en los 2 únicos balones que había cogido en todo el partido. Al término de un encuentro, en el que había llovido a mares, Di Stéfano y Félix de vuelta al vestuario, cubiertos de barro hasta las cejas, vieron con asombro como Puskas volvía tan blanco como al principio, sin una sola mancha de barro. Entonces, Félix Ruiz sintió que Di Stéfano le daba con el codo y con sonrisa sarcástica le decía; "Anda, dile algo..."
Como nota final: http://en.wikipedia.org/wiki/Ferenc_Puskas
Hace ya unos años conocí a un chico paisano de Cervantes que tenía por costumbre "ladrar" a cada chica medio apañada que se cruzaba ante sus ojos amén de otros hábitos aún menos confesables. Un tipo políticamente incorrecto. Uno de los buenos. Este chico que apenas levantaba metro y medio del suelo había tenido una infancia difícil debido a la leucemia que se le había intentado comer por dentro y que aún con sus secuelas había superado. Al poco tiempo de conocernos llegué a la empírica conclusión de que se empleaba con toda su energía en cada momento, en cada cosa que hacía, debido a esta enfermedad. Un día como otro cualquiera, tuvo ciertas molestias en la zona poplítea. No quiso hacerle demasiado caso hasta que empezó a notar que la pierna derecha se le quedaba dormida. El médico le dijo que tenía una de las variedades de cáncer más beligerantes y que iba a ser necesario amputarle la pierna. Se consultó con los hospitales más importantes de este mundo y todos coincidieron con la primera opinión. Casualidades de la vida, la esposa de su médico es a su vez secretaria de Don Florentino Pérez en una de sus empresas y gracias a su gestión se le entregaron dos abonos de temporada. Don Florentino probablemente sea usted menos malo de lo que quisiera ser. Llegaron las primeras sesiones de quimioterapia que por supuesto lo dejaron calvo como una bola de billar. Aquello en lugar de deprimirlo, le hizo gracia porque en su opinión se parecía al miniyo de las películas de Austin Powers, al que se encargaba de imitar a cada momento. Las últimas pruebas revelaron que tenía metástasis en el intestino delgado. De nuevo fue operado, y le encantaba mostrarnos la herida en carne viva para provocarnos algo más de grima de la que estaréis sintiendo vosotros al leer estas líneas y así, poder cachondearse de las caras que poníamos.
Por desgracia, otras pruebas mostraron que el cáncer se había extendido ya por la práctica totalidad de sus órganos vitales y en resumidas cuentas, que le quedaba menos de un año de vida. Murió el domingo pasado a las 23:30h en compañía de su hermano menor. De las últimas cosas que hizo fue preguntar qué había hecho el Madrid. Gracias Van Nistelrooy por esos cuatro goles. Don Ferenc cuídeme a Raúl, háblele sobre los viejos tiempos, enséñele a chutar como usted lo hacía, cuéntele alguna triquiñuela secreta. Seguro que él también sabrá divertirle.
Juanma, probablemente el mejor escrito de la bitácora. El que mejor describe a Puskas como “todo” es Amancio, que forma de hablar de un colega . La aportación de Eliot como espectador y futbolista cercano, muy buena. Por cierto hablas de Félix Ruiz. Me pasó igual que a ti con Puskas. Me llevaba cuatro años pero jugábamos en el Fray Luis de León de Caracas, el juvenil. Luego vino al Osasuna y al Madrid. Un “motor”, “motor”. Juanma, dices del 3-6 como partido de la centuria. El otro es el del Eintrasch. Todas las navidades lo repiten las TV Inglesas. Y la final de Benfica 5-3 (Puskas), el promedio de un gol por partido dice que por dentro se “cachondeó” de éste deporte.