Puesto que la jugada sobre la que pide aclaración el Atlético de Madrid, o sea la mano involuntaria de Casemiro dentro del área, no es ya, a estas alturas, revisable ni por el VAR ni por nadie, deduzco que lo que buscan en realidad los dirigentes del club colchonero es el señalamiento del Real Madrid, una versión más tecnológica de aquel famoso "la Liga está peligrosamente preparada" del Cholo Simeone que acabó por cierto con el Barça conquistando aquel torneo de la regularidad. Tampoco busca, en el fondo, el Atlético aclarar nada sino justamente todo lo contrario cuando mezcla churras con merinas y otras manos de otros partidos con ésta de Casemiro, que poco o nada tienen que ver unas con otras. Mucho mejor nos iría a todos si el nefasto departamento de comunicación del Atleti dedicara su tiempo a facilitar el trabajo de la prensa en vez de a fabricar dosieres que demuestran un gran desconocimiento de la norma.
Así que, lejos de querer despejar las dudas, lo que en el fondo pretende el Atlético de Madrid es acumularlas, multiplicarlas y expandirlas provocando al mismo tiempo un clima de recelo contra el Real Madrid, que lleva al menos diez años siendo el pagano de las decisiones arbitrales en detrimento del Barça. Si yo fuera el Real Madrid me lanzaría rápidamente a emitir otro comunicado pidiendo que se aclarase la doble vara de medir arbitral a la hora de mostrar las cartulinas amarillas (¿cómo es posible que el patadón de Saúl que casi saca del campo a Bale no fuera merecedor de tarjeta mientras que la falta de Carvajal a Koke sí lo fuera?) y otro más exigiendo que se informase a la afición de cuándo un jugador puede tocar al colegiado sin que éste tome medidas, como acaba de ocurrir con Busquets, y cuándo está prohibido, como sucedió la pasada campaña con Cristiano, cuando le cayeron 4 partidos de sanción por una acción similar.
El comunicado del Atlético de Madrid me parece una filfa que sólo busca confundir y señalar al Real Madrid y eso me satisface profundamente, y diré por qué: el Atleti busca lo que busca, hacerle pupa por tierra, mar y aire a uno de sus dos competidores reales por la Liga. Y aunque con el otro, el Barça, Gil y Cerezo se muestren habitualmente muy displicentes, me parece correcto. A ver si se enteran de una vez por todas en el estadio Santiago Bernabéu de que en el fútbol, que es un amor muy particular, y en la guerra todo vale y se arroja a la chimenea aquel estrafalario pacto de caballeros que sólo perjudica a una de las dos partes en liza. El Madrid se retiró de la puja por Agüero, no fue a por Falcao y ni siquiera sonó como posible destino de Griezmann por quedar bien con el Atleti. Ayer tuvo la respuesta a sus plegarias.