El bolero dice que la distancia es el olvido, pero el fútbol, que suele ser habitualmente desmemoriado, no le va a dejar de ningún modo a José Mourinho concebir esa razón. Ahí está de nuevo el Barcelona jugón, el Barcelona que gana a sus rivales por aplastamiento, ("nos han pasado por encima", dijo el técnico sevillista) el Barcelona que divierte, el Barcelona de los hat tricks de Messi, el mismo Barcelona de los últimos años. Y ahí está otra vez el Real Madrid de las incógnitas, el del Kaká lesionado, el de los fichajes esperanzadores pero con su puntito de riesgo, el Madrid del Benzema que llega dormido a las diez y sigue dormido a las once, el que no puede evitar que le comparen con esa máquina de triturar perfectamente engrasada en que se ha convertido el equipo de Pep Guardiola.
Ojo, que nadie se confunda porque no estoy dudando en absoluto de la contratación de Mourinho; de hecho, me parece el verdadero fichaje estrella del Madrid de esta temporada. Lo que vengo a decir es que la tarea del portugués culminará con éxito o será un fracaso a medio plazo, aunque a él le juzguen desde el preciso instante en que empiece a rodar el primer balón de la nueva Liga. Ya fuera porque lo cree de verdad o porque se cura en salud, y Mourinho no me parece precisamente de esos que se van excusando por la vida, el entrenador madridista ya dijo que sus primeras temporadas no solían ser demasiado buenas. Tampoco digo esto por el 4-0 del Barcelona al Sevilla ayer, no, sino porque está claro que los azulgrana siguen teniendo un equipo hecho y los merengues otro por hacer.
Por cierto que la frase aplicada a Benzema no es mía sino que se le atribuye a Mourinho: "¡llegas dormido a las diez y sigues dormido a las once!"... El portugués se va a enfrentar a viejos fantasmas, y no parece que el delantero francés, que tantísimo prometía, quiera, pueda o sepa salir de ese círculo vicioso de abulia, apatía y dejadez. Me preocupa Benzema, y supongo que a Mourinho debe obsesionarle, más que nada por el hecho de que el Real sólo cuenta con dos delanteros centros. Es cierto que el Madrid vuelve a andar cojo en esa posición, y me extraña teniendo en cuenta el tiempo que han tenido para diseñar la nueva plantilla. Al parecer Ozil no ha calmado a Mourinho, y si el portugués vio el partido del Camp Nou no me extrañaría que volviera a la carga. El Barcelona espera.