No me digan ustedes que no fue un verdadero espectáculo de luz y de color ver a Guardiola en acción y solidarizándose con Wenger por el Frijolgate. Pou y Flotats no lo habrían hecho mejor. ¡Pero si es precisamente él quien lleva calentándole a Cesc la cabeza desde hace tres años con el ahora sí, ahora no, ahora espera, ahora vente para aquí, ahora quédate allá!... ¿O es mentira acaso que, como aseguran hoy los diarios deportivos catalanes, el entrenador del Fútbol Club Barcelona ha llamado por teléfono al jugador del Arsenal (ojo, del Arsenal) para decirle que esté tranquilo? ¿Qué actitud se supone que debe adoptar ahora Wenger ante la llamada del entrenador de otro equipo a uno de los jugadores de su plantilla? ¿Sería esa llamada motivo suficiente para que el Arsenal denunciara al Barça?...
Dicen que Bartomeu podría viajar a Londres, si no lo ha hecho ya, para darle matarile al culebrón. Así sí. De cara sí. Por derecho sí. Abiertamente sí. Pero resulta que fue este mismo Bartomeu el que, en plena campaña electoral, afirmó que sería fácil fichar a Cesc. ¿Y ahora Guardiola se pone del lado de Wenger?... Definitivamente Albert Boadella tiene ahí una mina interpretativa de oro de veinticuatro quilates. Aunque tampoco sería extraño, aunque sí inconveniente y poco diplomático, que Guardiola hubiera sentido la necesidad de llamar por teléfono a Cesc para darle alguna explicación tras la rocambolesca rueda de prensa que protagonizaron él mismo y Zubizarreta el otro día. Si yo fuera Fábregas estaría enfadado, muy enfadado.
Abonaría la teoría de que el Barça está imbuido del espíritu de Margarita Xirgu y que todo, o casi todo, se hace por una simple, y falsaria, cuestión de imagen el hecho de que resulte bastante más sencillo prestarle un ratito el brazalete de capitán al queridísimo Eric Abidal para que se haga la foto recogiendo la Champions que renovar luego su contrato con el club, que es lo que realmente pretende y necesita el jugador. Hay un refrán español que lo resume perfectamente: "Mucho te quiero perrito, pero pan poquito". Y ahora cierren los ojos diez segundos y donde está el Barcelona pongan al Real Madrid y donde se encuentra Abidal pongan a cualquier futbolista de la primera plantilla blanca... ¿Qué no se estaría diciendo y escribiendo ya a estas alturas?...