Ni medio segundo ha tardado el diario As en titular del siguiente modo en su página web: "Cristiano no responde a una pregunta de si ya es feliz". Así está el periodismo deportivo español. Si los futbolistas hablan cada vez menos con nosotros es simple y llanamente porque nos consideran el enemigo. Si los técnicos tratan de impedirnos el acceso a los entrenamientos es por el mismo motivo. Cristiano acudía a la gala de los Premios Marca para recibir el Di Stéfano al mejor jugador de la pasada temporada. Existen pocos motivos de mayor felicidad que la entrega de un premio y en el caso concreto del goleador del Real Madrid era doble puesto que, compartiendo como comparte Liga con Leo Messi, lo que en el fondo estaba haciendo Marca era reconocerle al portugués que ahora mismo se encuentra un peldaño por encima del argentino.
Lo que en el fondo está haciendo el diario As es pasar por la túrmix un acto festivo, alegre, ilusionante hasta convertirlo en un puré asqueroso, vomitivo y repugnante. Como hizo, por cierto, cuando falseó la historia del esparadrapo tratando de convertirla en un pulso hacia el Real Madrid. Debe ser que el As ha olvidado el significado de la palabra "as" que, según aparece recogido en el Diccionario Espasa de términos deportivos de Recaredo Agulló, es un deportista excepcional y, en su acepción deportiva, procede del francés "as", documentado en remo en 1868, y en aviación en 1915. Cristiano Ronaldo es un as del deporte a nivel mundial y el As sabe perfectamente (y si no lo sabe tiene un grave problema) que seguirá en el Real Madrid hasta el día que cuelgue las botas. Ese silencio no significa nada y lo peor es que ellos lo saben... ¿Entonces?...
Cristiano (y así lo ha reconocido Oscar Campillo, director del Marca) está ahora mismo por encima de Messi. Al portugués le sonríe la vida, con su equipo clasificado brillantemente para la final de Copa y para los cuartos de la Champions; y, tanto en la eliminatoria contra el Barcelona como en la que enfrentó al Real Madrid con el Manchester United, el 7 blanco acabó resultando fundamental. Ya nadie se atreve a cuestionarle, ni siquiera quienes osaron decir que se escondía en los partidos importantes. Ha sido el propio Di Stéfano quien, haciendo un esfuerzo importante como el propio Ronaldo ha reconocido, le ha entregado el premio que lleva su nombre. Sólo una mente calenturienta puede reventar con un titular como ése un acto tan feliz como el de esta mañana. Y es probablemente porque el As desconoce lo que es un as. Gran paradoja, por cierto.