Pues sí, pienso que Del Bosque tendría que haber convocado a Diego Costa por una cuestión de dignidad y de principios, y me explico: Vicente sometió a un tercer grado al jugador, que es brasileño y de Lagarto, para que se decantara por España, su país de adopción, renunciando a Brasil; repito: Diego da Silva Costa es brasileño, tiene a toda su familia en Brasil, el seleccionador nacional de Brasil, que era Scolari, contaba clarísimamente con él y, para más inri, el Mundial se disputaba en Brasil después de 64 años. Hay jugadores que han vestido más de cien veces la camiseta de la selección nacional española sin sentirla y dudo mucho de que, puestos en la misma tesitura que Costa, hubieran sido tan valientes como él; a Diego le dijeron de todo en Brasil, arriesgó por España sin pensar en las consecuencias... En definitiva, Diego Costa, de Lagarto, se comportó como un auténtico patriota español poniendo, por cierto, en evidencia al afiliado de Guanyarem.
Nadie podrá quitarme de la cabeza que Del Bosque ha dejado a Costa más tirado que a una colilla. Tampoco podrá nadie quitarme de la cabeza que lo que aparta realmente a Costa de la selección no es su estado de forma actual (12 goles en 28 partidos con el Chelsea, que ha hecho una temporada desastrosa; un gol cada 198 minutos) ni tampoco su situación física; lo que ha marcado definitivamente a Diego Costa es su comportamiento dentro de los terrenos de juego, algo que nunca ha gustado al seleccionador. Pero, cuando le insistió para que "traicionara" a Brasil, Del Bosque ya sabía muy bien con quién se "casaba"; Costa ya era así y, pese a todo, Vicente le convocó. Vicente le sedujo y ahora... le deja en su casa: "Estos son mis principios, si no le gustan tengo estos otros".
Si Vicente del Bosque leyera este artículo preguntaría inmediatamente algo muy parecido a esto: "¿A quién quito si llevo a Costa?"... Mi respuesta es: no tengo ni la menor idea. Yo no soy el seleccionador nacional de fútbol, no cobro por seleccionar ni por decidir quién va y quién se queda fuera, pero así, a vuelapluma, a mí me sobran en ese equipo Bartra, Pedro, Cesc o, incluso, el propio Isco; tampoco creo que sigan Bruno y Lucas Vázquez. Lo sé, lo sé, la dignidad y los principios están pasados de moda, parecen más propios del siglo XVIII, soy plenamente consciente de ello, pero lo que hizo Costa por España en el pasado, y que acabo de relatar, debería haber tenido el premio de la lealtad, otra cualidad que encuentra poco eco en el fútbol actual.