Si yo fuera Álvaro Arbeloa no me molestaría tanto el hecho de quedarme fuera de la lista de Xavi como el falso puritanismo y el tonito paternalista que desde algunos medios claramente afines al poder (al de Del Bosque hoy, ayer al de Luis, y antes al de Clemente, Suárez o Camacho) se ha utilizado para justificar un adiós que, siguiendo los principios aplicados por el seleccionador, simplemente carece de explicación. Me recuerda mucho a la decisión que Luis tomó en su día de prescindir de Raúl: como él no quiso explicar en primera persona el por qué de la criba del futbolista del Madrid hubo quienes, más luisistas que el propio Luis, se encargaron de extender la famosa historia de la rebelión del 7.
Aragonés consintió que aquella historia, de la que no ha podido demostrarse su veracidad, circulara con alegría por la España futbolística sin mover un dedo. Raúl, que siempre ha tenido un comportamiento intachable, forzó una rueda de prensa para pedir todo el apoyo de la afición, que estaba claramente dividida, hacia el equipo nacional y después simplemente se apartó... hasta hoy. El Raúl que iba a montar en cólera por dejar de vestir la camiseta nacional siguió viviendo su vida feliz y dichoso y sin rencor en su corazón. Las imagenes de Vicente del Bosque esquivando a la prensa, escurriendo el bulto, harto del debate de Arbeloa son muy significativas. Su "¡no me jodas!" lo es más aún. Y el que tuviera que ser Toni Grande quien diera la cara por él para explicar que el defensa se quedaba fuera porque había estado mucho tiempo lesionado, con las convocatorias de Piqué o Thiago (que al final se cae) aún calientes, fue de auténtico bochorno.
Ese puritanismo de nuevo rico que suele acompañarse por el típico tonito ("el equivocado eres tú") de superioridad moral fue el que estuvo a punto de imposibilitar que Diego Costa acabara siendo internacional por España. Y ha sido (está siendo: no hay más que leer las crónicas de algunos apóstoles del periodismo Lewinsky) el mismo que se viene empleando con Arbeloa. Álvaro no sabe por qué se ha quedado fuera de la lista de 30 jugadores confeccionada por Xavi. Arbeloa es campeón del mundo y de Europa y cuando, por esas cosas de Villar, ha tenido que meterse miles de kilómetros entre pecho y espalda para jugar un partido amistoso contra San Pedro y Miguelón, ahí ha estado sin rechistar. Que Xavi le deje fuera es lo normal. Que Del Bosque le ponga al fair play la cara del centrocampista culé también. Pero que el seleccionador, repitiendo la historia de Raúl, consienta que se le falte al respeto a un campeón del mundo resulta vomitivo. Aquí no se está diciendo toda la verdad por parte de quien la tenía que decir, que es Del Bosque y no sus adláteres mediáticos. Eso, y no quedarse fuera de la lista de Xavi, es lo que a mí me tendría más molesto si yo fuera Álvaro Arbeloa.