A mí me ha pasado hoy con Calderón lo mismo que al protagonista del cuento de Monterroso: cuando me he despertado de la siesta, el dinosaurio todavía estaba allí. Fue Ferguson (otro dinosaurio, por cierto, aunque él todavía no lo sepa y nadie se haya atrevido aún a decírselo a la cara) quien comparó, con acierto y mala leche a partes iguales, al ex presidente del Real Madrid con este grupo extinto de reptiles, conocido sólo a través de restos fósiles, sin especificar si don Ramón era en su opinión un terópodo, un ornitópodo o un segnosaurio, aunque yo, sin querer ahondar tampoco demasiado en este asunto, me inclinaría por pensar que unas declaraciones tan jurásicas como estas sólo puede hacerlas un diplodocus. Hasta Al Jazeera ha tenido que irse Calderón, con lo poco que le gustaba a él hablar con la prensa, para volver a repetir lo mismo de siempre: que gracias a su laboriosa y compleja gestión vendrá al Madrid uno de los mejores jugadores del mundo, que Schuster le da pena, que Michel es un manta y que Florentino Pérez quiso vender en su día a Casillas y Raúl.
En cuanto a aquel chascarrillo de bar de carretera que le situaba de nuevo en la carrera electoral, nada nuevo bajo el sol abrasador del pleistoceno salvo que cuenta con "muchos apoyos". Desconozco si el dato del número de apoyos ("muchos") será cierto (yo de momento, teniendo en cuenta la procedencia, lo pondría en cuarentena) pero estaría por jugarme pajaritos contra corderos a que los apoyos que haya podido recibir para que presente su candidatura a las futuras elecciones madridistas quedaría reducido a la mínima expresión en comparación con el número de apoyos que podría recoger cualquier ciudadano de a pie para que se callara de una vez. No lo hará, por supuesto, porque Calderón ha entrado en una dinámica que sólo pretende dañar extraoficialmente, después de haberlo hecho desde dentro y con rango de oficialidad, al club que presidió durante cerca de dos años y medio.
Entendería que el peor presidente que ha tenido el Real Madrid a lo largo de sus 107 años de historia quisiera defender su lamentable gestión, pero lo que hace con estas declaraciones, dando a entender que el Manchester United está como loco por ponerle un lacito a Ronaldo y enviarlo al estadio Santiago Bernabéu, no es otra cosa que complicarle la vida a la persona que ocupe la presidencia a partir del mes de junio porque ni creo que sea tan sencillo ni será por supuesto nada barato. Calderón, en contra de la opinión de aquellos que le vimos venir, tuvo su oportunidad y la desperdició lamentablemente. Pero, al contrario de lo que dice el Tyrannosaurux Ferguson, yo creo que este dinosaurio no está del todo enterrado deportivamente hablando y todavía puede dar algún que otro coletazo violento. Su presidencia estuvo marcada por la obsesión con Florentino Pérez y su ex presidencia amenaza con seguir idéntico camino. Una pena.