Ha sido muy comentada en tono jocoso la frase de Cristiano Ronaldo de que "el dinero no es lo más importante". Pareciera que viniendo de él, que acaba de convertirse probablemente en el jugador de fútbol mejor pagado del mundo, esa frase careciera de sentido... cuando no es así. Decía Woody Allen, éste sí en tono absolutamente irónico, que "el dinero no da la felicidad pero produce una sensación tan parecida que sólo un auténtico especialista podría reconocer la diferencia". Pues bien, Cristiano es uno de esos especialistas aludidos por el genial director neoyorquino de cine. No creo que nadie sea capaz de dudar que si algo es el portugués es millonario y que tiene dinero suficiente para él, su hijo y treinta generaciones posteriores.
Claro que Cristiano pretendía una mejora económica en su contrato. Y su pretensión era lógica, más aún compartiendo vestuario con un vivalavirgen como Kaká, que cobraba más que él. Tal y como se ha puesto el fútbol, la reclamación de Cristiano, que ya va por los 200 goles en el Madrid, tenía poco de disparatada. Pero Ronaldo tenía contrato con el club blanco hasta dentro de dos años, momento en el cual quedaría libre pudiendo así negociar una cifra aún superior con United, PSG, Mónaco o vaya usted a saber. Por otro lado, si Cristiano hubiera insistido en mostrar públicamente su tristeza como sucediera hace un año (circunstancia por la que pidió perdón por primera vez reconociendo que se había equivocado) habría sido muy complicado para Florentino Pérez retenerle aquí, con o sin cláusula de rescisión al canto.
De forma que Cristiano Ronaldo se queda en el Real Madrid fundamentalmente porque a él le da la gana. A Gareth Bale, que encajaría también en ese retrato robot de especialista reclamado por Woody Allen capaz de diferenciar la sensación que produce el dinero de la felicidad, el United le hizo una oferta incluso superior a la merengue pero el chaval eligió venir al Real Madrid. A este tipo de cracks hay que garantizarles un contrato determinado que no está al alcance de cualquiera, eso es cierto, pero la buena noticia es que, si existe la opción de elegir, los más grandes continúan optando por el Real Madrid. De que el dinero no es lo más importante debe estar dándose cuenta ahora por ejemplo Falcao. Quién sabe si el colombiano podrá corregir su error en el futuro...