Al final todo acaba siendo recurrente, también las comidillas del fútbol: presidentes que hacen alineaciones, jugadores que vetan a otros jugadores, vestuarios que se confabulan contra el entrenador para acabar echándole a la calle, "vacas sagradas", entrenadores que le ponen la cruz a determinado jugador... El otro día sin ir más lejos, con motivo de la eliminatoria copera entre el Sevilla y el Getafe, se rescató del baúl de los recuerdos la viejísima historia acerca de la rivalidad, que venía del Mundial de 1990, entre Jiménez y Míchel. El 7 de septiembre de 1991, y ya ha llovido desde entonces, el actual entrenador sevillista se me quejó amargamente de lo sucedido en Italia, cuestión ésta que me vino de perillas puesto que titulé así en El Independiente: "Jiménez: Míchel demostró grandes dotes de entrenador durante el pasado Mundial"; al poco, el jugador del Real Madrid respondía: "Tampoco juega mucho en el Sevilla; debe ser que avisé a Cantatore". ¿Sería cierto que Luis Suárez, santo y seña del fútbol español, europeo y mundial, se dejó presionar por el 8 del Madrid y por Roberto?...
También de aquella época debe ser una información que titulé así en el mismo periódico: "La reunión de Mendoza con tres jugadores divide más al equipo". En la fotografía se ve a Toshack y a Chendo, que por aquel entonces era el primer capitán; la reunión del presidente se llevó a cabo con Míchel, Sanchís y Butragueño, y de ella se enteraron al día siguiente el propio Chendo, hoy delegado del equipo, o Hugo Sánchez. Entonces, y perdón por la nueva autocita, escribí esto: "Ni Míchel, ni Sanchís ni Butragueño quisieron tampoco referirse a la reunión. Por ejemplo, Míchel dejó bien claro que quería hablar exclusivamente de fútbol, mientras que Sanchís salía a toda velocidad del entrenamiento". Otra vez las "vacas sagradas". Y, por otro lado, ¿es anormal que en un grupo de veinte o veinticinco personas haya dos o tres que lleven la voz cantante?... Yo creo que no sólo no es en absoluto anormal sino que resulta lógico y natural como la vida misma. Del actual presidente de honor del club se rumoreó que hizo la vida imposible a Didí los dos años que estuvo en Madrid: el bueno de Waldir Pereira, que era un superdotado técnicamente hablando, salió disparado con destino al Botafogo.
Es cierto que anoche Schuster dijo en El Tirachinas que en su momento hubo gente que no quiso que Villa fuera al Real Madrid. Y no es menos cierto que cuando José Antonio Abellán le preguntó en concreto por la historia del veto de Raúl al goleador del Valencia, Schuster tosió, confirmando implícitamente lo que no quiso o no pudo afirmar con total claridad. Leo la información del 29 de julio de 2008 que hace referencia a dicha información: "la plantilla del Real Madrid puede vetar la llegada de Villa al club blanco. Desde el vestuario madridista se ve con recelo que Villa pueda restar protagonismo a Raúl". Primero "la plantilla", después "el vestuario"... En otros momentos se habla también de "los capitanes", o sea de Raúl, Guti, Casillas y Ramos. Siempre me quedaré con la duda de saber si Schuster también habría carraspeado si le hubiéramos preguntado por Casillas, pero Abellán le preguntó por Raúl y el ex entrenador del Madrid tosió. ¿Y qué quieren que yo les diga?... Pues que contra la tos, miel y limón.