Tras la rueda de prensa conjunta ofrecida por Luis Aragonés y Raúl González siguen siendo muchas más las cosas que no sabemos que las que conocemos por lo que, de entrada, cabría decir que el noble gesto del capitán del Real Madrid, promotor unilateral de la reunión con el seleccionador y de la posterior conferencia de prensa, resulta tan inútil como absurdo. Sabedor de que a Luis le quedan dos telediarios al frente de la selección y conocedor de que cuando nombren a Vicente del Bosque lo más probable es que vuelva a jugar con España, Raúl podría haberse quedado perfectamente en su casita, disfrutando del espectáculo, pero no ha sido así. Luis ha insistido en que esto, sea lo que sea lo que han organizado hoy en Las Rozas, era lo mejor para el fútbol español... Entonces, ¿por qué no llamó él a Raúl? ¿Acaso no es Luis el máximo responsable de la selección absoluta? Ha tenido que ser un chaval de 30 años, y que ahora mismo no va ni convocado, quien tenga que tirar de un hombre de 69. ¿Por qué? Porque Luis, según su propia confesión, no se baja nunca los pantalones.
Por lo demás, los debates, porque ya son varios, siguen abiertos. Por ejemplo, Luis insiste en que jamás ha tenido ningún problema con Raúl y que si no le ha llevado es porque no le ha visto bien; sin embargo no es eso lo que van diciendo por ahí sus satélites. ¿Miente Luis o, por el contrario, nos está queriendo decir que los luisistas son más luisistas que él mismo y se dedican a interpretar erróneamente cada uno de sus gestos, sus movimientos, sus palabras, sus chistecillos fáciles? No entiendo nada. Como no entiendo tampoco que Luis tenga el cuajo de afirmar que él no ha dicho nunca que Raúl estuviera detrás del recibimiento a la selección en la estación de Málaga. Yo estaba la noche que Luis dejó caer en El Tirachinas que el entorno del jugador del Madrid se encontraba detrás de aquel recibimiento. Es más, preguntado después por el mismo tema, Luis ha dicho que sabe por quién estaba organizado pero que no nos lo va a decir a los periodistas. Supongo que habrá que sintonizar el Galileo de turno.
Dice Luis que por el bien de la selección deberían acabarse los debates, y yo no puedo estar más desacuerdo con él. Puede que por el bien de Luis sí deberían acabarse los debates, pero el fútbol, y él mejor que nadie debería saberlo, es opinión, discusión, puntos de vista opuestos y, en definitiva, debate, mucho debate. Continuará habiendo debates, por supuesto, y el de Raúl, por muchas fotos que se hayan hecho, se reabrirá en la próxima convocatoria que haga el seleccionador nacional. Por cierto, una última (o penúltima) aclaración: Raúl no es un futbolista mediático o, por mejor decir, no es sólo un futbolista mediático; Raúl ha jugado más de cien partidos con España y eso le ha convertido en su máximo goleador histórico. Un día (jugando regular) estaba convocado y al día siguiente (jugando mucho mejor) dejó de estarlo. Luis espera que no se debata, y yo espero seguir debatiendo durante mucho tiempo más. Continuará...