Cheque en blanco
Les contaré un secreto. No sé cómo lo harán los grandes, pero yo, para escribir un artículo de opinión diario, antes que nada tengo que tener una idea a la que poder agarrarme. En realidad lo más difícil es eso precisamente, encontrar la idea; luego, escribir el artículo resulta más o menos sencillo, es sólo cuestión de oficio. Puedo escribir un artículo festivo o, por el contrario, puedo escribir una necrológica sobre alguien, pero esos no son los artículos que más me divierten. Y yo, les contar otro pequeño secreto, escribo porque me divierto un montón. También puedo limitarme a escribir un artículo sobre un evento deportivo que esté sucediendo en ese momento. Por ejemplo, puedo ponerme a recoger datos sobre la selección española de balonmano, tirar de la estadística, darle un repaso al equipo que se ha llevado hasta Alemania Juan Carlos Pastor y hablar de Francia, Croacia o Alemania, nuestros rivales más duros. Pero eso, hoy en día, lo puede hacer cualquier chaval de quince años que tenga Internet en su casa. Es decir, lo puede hacer cualquier chaval. Insisto en que yo, para escribir un artículo, necesito tener antes una idea, cualquier idea. Aunque sea una mala idea.
A veces las ideas surgen de una frase. El otro día, por ejemplo, leí una frase de Jesús López Ricondo que me llamó mucho la atención y que me facilitó de paso la idea que estaba necesitando para escribir algo medianamente original sobre nuestro balonmano: "Los miembros de los Premios Príncipe de Asturias cometieron una gran injusticia cuando en el año 2005 premiaron a Fernando Alonso y no a la selección española de balonmano que había logrado el campeonato en Túnez". Y el caso es que López Ricondo tenía toda la razón del mundo y del Mundial. El año pasado se premió a la selección española de baloncesto por su éxito de Japón, y el anterior, sin embargo, se ninguneó ampliamente a la de balonmano. Les recuerdo que la trayectoria de España en aquel campeonato fue increíble, ganando a Croacia, que había sido precisamente el único equipo contra el que habíamos perdido en la primera fase, en la gran final. El equipo de Juan Carlos Pastor aprendió de los errores cometidos, sorprendiendo a los croatas en un partido épico. ¿Cabe mayor superación que ésa?
Me parece que Ricondo, que es muy listo, no se quejaba tanto del trato discriminatorio con respecto a Alonso, que cuando ganó el Príncipe de Asturias todavía no era campeón mundial, sino de la sempiterna comparación con el baloncesto de la que nuestro balonmano no suele salir nunca bien parado. Al final todo se limita a una simple cuestión de cuotas de mercado y la competencia, incluso aquí dentro, resulta rabiosa. El balonmano, que es muy generoso, lleva firmándonos cheques en blanco desde que, allá por 1980, alcanzara la quinta plaza de los Juegos de Moscú. Mejor, imposible. Es un deporte de muchísima tradición en España y, a pesar de todo ello, suele ser injustamente tratado. De ahí que me surgiera la idea –¡y ya van dos!– de reclamar para nuestra selección de balonmano el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes correspondiente al año 2007, independientemente de lo que hiciera en los cuartos de final ante Alemania. Parece que Pagoaga, Goyo, Alonso, Milián, Rico, Sagarribay, Melo, Cabanas, Luisón, Papitu, Serrano, De la Fuente o Novoa, por poner sólo algunos ilustres ejemplos, se lo han ganado con creces. Con creces y, por cierto, también con muchos cheques en blanco.
Tras la lectura del artículo de JMR puedo inducir el siguiente pensamiento: Para que tengas esa idea, de la que partir y empezar a escribir, lo malo es que en el subsconscientes se sabe que esa idea, o cualquier otra idea, tiene que estar dentro del marco del ideario del medio en que escribes.Y la primera norma de ese marco, que el periodista conoce, consciente pero, también, inconscientemente, es que la idea debe ser rentable económicamente. ¿A dónde nos llega ese Super-Ego, que diría Freud? Pues, a que la idea que habitualmente tenemos como punto de partida se reduce al futbol.Todo es futbol. No hay más que futbol. Todo el deporte es futbol. Y ahí está el fallo que, directa e inevitablemente, sufrimos directa los aficionados al deporte en cuanto tal.De lo expuesto concluyo: Que los periodistas tenéis una gran responsabilidad en que el deporte en general se haya reducido, prácticamente, al futbol en particular. Y con esta reducción no ganan ni aquél ni éste. El deporte, como actitud y actividad de ocio, competición y diversión, pierde y queda relegado a grupúsculos incapaces de afrontar el desembolso económico que comporta; y el futbol porque al sobredimensionarle y convertirle en "el deporte" se convierte, ipso facto, en un taller de marketing y merchandising (vid. Real Madrid), con todo lo negativo que ello implica. Sería, bueno, pues, que todos (periodistas, los medios en los que trabajáis y aficionados al deporte) fuésemos un poco más deportistas y un poco menos futboleros (en el sentido negativo, antes expuesto).
Juanma, si no se lo dan no pasa nada. Pocos premios hay en España más manipulados, e intervenidos hasta la náusea que los premios Principes de Asturias. Y por cierto, todos sabemos por quién. La selección española de balonmano creo que tiene el reconocimiento eterno de todos los españoles de bien y ese es el premio más importante. Al menos en mi tierra, Cantabria, estas Navidades se les concedió el Premio Especial en la Gala del Deporte Cantabro, a la cuál asistieron todos los jugadores que estaban preparando el Mundial. Al menos, aunque sea en un trocito muy pequeño de España se les ha concedido el premio más importante que esa Comunidad es capaz de otorgar. Y ahora, a por Alemania.... ¡¡¡Santiago y Cierra España!!!
Y el "Tigre" de Andres, Cascallana, Santos la Vaca... Es que me emociono solo de recordarlo... Gracias. Y en cuanto a lo del artículo y la idea. No sé si habrás visto un chiste de Mingote en el que sale Cervantes paseando por Madrid y en esto que oye a una señora diciéndole a otra: "Pues sí, hija, sí, en un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme..." Y Cervantes salta: "¡Qué idea!"
Estoy en la radio preparando el programa, pero no puedo por menos que intervenir para darle las gracias a Nevers por lo del chiste de Mingote. No lo conocía, pero es buenííísimo. Lo estoy contando por la redacción y la gente se está mondando de risa. Seguid así...
Gracias.
Y aún diría más: gracias
Ya lo he dicho muchas veces, pero lo repito. Unos premios (Nobel y Príncipe de Asturias) que posee el sanguinario Arafat no merecen respeto alguno. El Nobel es siempre y en todo lugar políticamente correcto, esto es, progrerío en estado puro. Y los de mi tierrina, están ideados para que los premiados den prestigio al premio y no al revés.
Me sumo a lo ya dicho: recibir tales premios es cosa ya de poca monta a la vista de como se reparten. Es injusto, pero es así, mientras el furbo es la jet set, el baloncesto es la clase media y el resto, incluido balonmano, no pasa de clase menestral. Pero también la prensa podía ayudar algo ¿no? ¿Que el inmarcesible Juanma tiene problemas de inspiración para escribir su artículo? No le creais. Siempre le quedará Ronaldo (vaya cuatro días nos ha dado).
Hasta tal punto es cierto lo que dices, Baudilio, que ayer tuvo que rebuscar en las ediciones digitales para averiguar el resultado del partido de balonmano. ¿Ni siquiera en las portadas digitales, que se pueden cambiar en cuestión de minutos (de hecho, así se hace regularmente), tiene cabida?