Por mi parte se acabaron los gilidebates sobre el Balón de Oro. A Xavi le parece que el mejor es Messi, a Zidane que es Cristiano, a Suárez que es él mismo y a los creadores del Balón de Oro les parece que el Balón de Oto tiene que ser en 2016 para CR7. Poco importa en realidad lo que podamos decir u opinar los demás al respecto, lo único relevante es que el trofeo está en las vitrinas del museo del futbolista portugués. Lo que sí me llama la atención es el disgusto que el politburó culé se ha llevado con la elección de Cristiano, que estaba cantada desde hace meses, cuando este premio en concreto nunca ha sido de su agrado ni ha tenido tampoco demasiada importancia. El lobby argentino, con la estrechísima colaboración del periobarcelonismo, ha empezado desde ya a trabajarse el Balón de Oro del año que viene, el de 2017.

Vuelta a la cruda realidad. Ayer Casillas confeccionó su once histórico de la Champions y llamó mucho la atención el hecho de que el ex capitán del Real Madrid, el hombre surgido de las entrañas mismas de la cantera merengue, el ganador de Champions, Mundiales, Ligas y Copas vistiendo la camiseta blanca, no eligiera entre sus once futbolistas favoritos (que en realidad fueron sólo diez, supongo que por cuestiones publicitarias) a ninguno del Real Madrid: ¿Sammer? ¿Nevdev? ¿Scholes? ¿En serio?... No digo que esos jugadores no fueran fantásticos pero... ¿ninguno del Madrid? ¿Ningún español?... Una simple elección se convierte en un problema casi existencial para el portero del Oporto, que no se atreve a dar un nombre del Madrid para que no se enfaden con él en Barcelona y que no coloca, por ejemplo, a Xavi en el once ideal para no provocar las iras de la que fuera su afición. Casillas fue un portero grandioso y un lamentable capitán, y lo sigue demostrando con cosas como éstas.

También salió ayer Toril, que fuera entrenador del Castilla durante parte de la estancia de Mourinho en el banquillo del primer equipo, para afirmar que el técnico portugués era un extremista porque o estabas con él o contra él. Al decir eso, Alberto sugiere que él estaba contra Mourinho, una circunstancia realmente inusual e insólita en una empresa que, como la madridista, mueve miles de millones de euros. El entrenador del Elche sigue diciendo: "Si eres alguien que toma las mejores decisiones para el club, no le gusta". ¿Así que el extremista Mourinho es, además, un orate, un loco?... No, Toril, no: tú creías que tomabas las mejores decisiones para el club, tú; Mourinho pensaba que quien tomaba las mejores decisiones para el club era él. El extremista, el loco, llegó al Madrid el 28 de mayo de 2010, tú llegaste al Castilla el 4 de enero de 2011; Mourinho dejó el Madrid en mayo de 2013 y a ti te cesaron seis meses más tarde... después de un 6-0 contra el Eibar y porque tenías al equipo colista de Segunda. Si el extremista, que sabía que tú no compartías muchas de sus decisiones, hubiera querido habrías durado un minuto y medio ahí... pero simplemente pasó. Y eso duele incluso más, ¿verdad?...