Hace ya una semana que TVE se lanzó a la piscina y aseguró con rotundidad que Iker Casillas iba a abandonar el Real Madrid. Aquí, en Libertad Digital, Sergio Valentín, que es uno de los periodistas que maneja mejor y más abundante información acerca del club blanco, contó un minuto antes en Fútbol es Radio que Rafa Benítez había hablado con el primer capitán y le había trasladado el siguiente mensaje: "De Gea será titular en Liga y en Champions; cuento contigo pero sólo puedo ofrecerte la Copa". Y un minuto después de que TVE dijera lo que dijo, y que a medida que pasan los días está cada vez menos claro, yo pregunté "¿Es cierto?", y lo que a mí me contaron fue otra historia muy distinta: "Iker tiene un mosqueo importante con TVE y si lo que han dicho fuera cierto no estaría tan enfadado". Verde y con asas.
Es probable que, tras escuchar a Sergio Valentín, alguien atara rápidamente cabos y extrajera la acelerada conclusión de que, después de la conversación con el nuevo entrenador, Iker estaba más fuera que dentro porque el portero no iba a pasar por el trágala de ser segundo portero... o incluso tercero, pero Casillas se ha ido de vacaciones, nadie ha cerrado nada, el Real Madrid no está dispuesto a pagar 40 millones por dejarle marchar y es posible que Florentino Pérez esté esperando de Iker algún movimiento, un gesto público que traslade a la afición merengue que es él quien se quiere ir de su club de toda la vida. Ni siquiera con el gambito de rey por Keylor Navas se ha dado por aludido el capitán del primer equipo, ni por esas ha pestañeado.
El scoop que TVE dio hace apenas una semana ha envejecido peor que Abuelo made in Spain. Aunque, bien pensado, el canal público de televisión también podría alegar en su defensa que ellos dijeron que se iría, sí, pero no concretaron cuándo. Iker, eso está claro, acabará yéndose algún día del Real Madrid pero yo no descartaría la posibilidad, que cada día que pasa es más cierta, de que Rafa Benítez arrancara la nueva temporada con De Gea, Keylor y Casillas como sus tres porteros. Y entonces, en esa situación, sí cobraría a lo mejor sentido lo que no hace demasiado tiempo me dijo un conocido ex futbolista: "¿Casillas suplente o en la grada?... Ese sí que sería un pulso interesante que, al final, acabaría desgastando otra vez al club, al presidente, al entrenador y, por supuesto, al portero titular. A todos menos al propio Iker". Unos con cara de póker y otros con cara de funeral.