Querido Cristiano Ronaldo: hasta Madrid han llegado tus declaraciones a France Football en las que te deshaces en elogios, desmedidos en mi opinión, hacia quien ha sido tu presidente durante los últimos 9 años, Florentino Pérez, y la persona que facilitó tu ansiada salida del club por 100 millones de euros, 900 menos de los que, si el Real Madrid se hubiera enrocado en la cláusula de rescisión, debería haber abonado tu nuevo amigo, el señor Agnelli. No sé cuándo se hizo la entrevista pero probablemente ya le fuera mal al Madrid cuando la concediste, más que nada porque el Real lleva mal desde hace aproximadamente mes y medio. Pero tus palabras han coincidido casi en el tiempo con le destitución de quien hasta hace dos días fue el entrenador del equipo, Julen Lopetegui, y el nombramiento de Santiago Solari como nuevo máximo responsable.
Sé que hoy te ocupa más la fiesta de Halloween que la situación del club al que dices amar por encima de todas las cosas, pero, por si no lo sabías, te informaré también de que aquí, en España, tus ex compañeros están ahora mismo a 6 puntos del descenso y que probablemente se interprete que tus dardos contra Florentino Pérez quizás no ayuden demasiado a mejorar tan compleja situación sino más bien todo lo contrario. Lo mejor para el madridismo es que tus palabras han pasado casi inadvertidas debido a la crisis, que es probablemente lo peor que te haya pasado a ti, acostumbrado como estás a ser el justo centro de atención universal, de modo que a lo mejor deberíais ir pensando tú y Jorge Mendes en conceder otra entrevista, por ejemplo a L'Equipe, una especie de remake de la que hiciste con France Football, para que así todo el mundo te preste la atención debida.
Estás, por supuesto, en tu perfecto derecho de decir lo que te venga en gana, del mismo modo que quienes te admiramos y te hemos defendido contra viento y marea estamos, naturalmente, en la obligación de puntualizar algunas de las cosas que dices, y añadir otras tantas que se te olvidan o que has decidido pasar conscientemente por alto. Por ejemplo, cuando dices que lo que te empujó a reflexionar sobre salir del Madrid fue que el presidente te mirara como si ya no fueras indispensable: no es cierto, Cristiano. Mientes. Tú ya amenazaste en ocasiones anteriores con salir, al menos otras dos veces, y ahí está la hemeroteca para quien la quiera consultar. Lo que, a la tercera, te llevó a reflexionar sobre tu salida fue tu problema con el erario públlico español y la negativa del presidente del Real Madrid a prorratear tu error y el de tus asesores entre los socios del club. Ramón Calderón, por ejemplo, lo habría hecho. Calderón te habría dado lo que hubieras pedido, pero Florentino no. Y cuando mandaste por delante a tu asalariado Mendes y éste le dijo al presidente del Real Madrid "tenemos un problema", Florentino respondió "no, yo no tengo ningún problema, lo tenéis vosotros", y eso, Cristiano, no te gustó. Lo que te llevó a reflexionar sobre tu salida fue eso y el benévolo tratamiento fiscal que ibas a recibir en Italia: allí por unos eurillos te justificas mientras que aquí los eurillos se convierten en millonazos.
Tú, o Mendes, que para el caso es lo mismo, le pedísteis "sensibilidad" al presidente del Real Madrid, un gesto, y Florentino fue tan sensible a tu insistente petición de buscar nuevos horizontes, nuevos objetivos deportivos y vitales y, sobre todo, ganar más y pagar menos, que te rebajó ni más ni menos que en 900 millones de euros la cláusula de rescisión que tú, no yo sino tú, firmaste. Si, como dices en la entrevista, Florentino Pérez te hubiera visto como un negocio, a la Juve le habría pedido 300, pero pidió 100, perdiendo 900 por el camino. Al Madrid le pedían 300 por Neymar y 250 por Hazard pero ninguno de ellos es el mejor futbolista del mundo, ¿no? Tú tienes 5 Balones de Oro más que Neymar y Hazard juntos, ¿verdad? Pues bien: el Madrid pidió 100, y al club no llegó ninguna oferta por 101 sino por los 100 mondos y lirondos que se habían requerido. Y, fiel a su palabra, y también porque Zidane estaba hasta el mismísimo gorro de escuchar siempre la misma sintonía, Florentino te dejó marchar.
Como podrás comprender, tus erráticas declaraciones han sido empleadas aquí como objeto arrojadizo contra el Real Madrid. Si ese no era tu objetivo, lo disimulas muy bien; si lo era, has dado de lleno en la diana. Sé que ahora estás en el empeño de demostrar que puedes hacer campeona de Europa a la Juve y que el Real Madrid eráis tú y tres más, pero recuerda esto que te digo, Cristiano: el Real Madrid resurgirá, volverá a ganar y un día, y no demasiado lejano, te arrepentirás de haber dicho esto en el momento procesal más inoportuno para el club al que perteneciste durante 9 años. Permíteme, ya por último, que me erija en intérprete de lo que piensa el madridismo, dando por hecho que erraré puesto que el madridismo es amplísimo y diverso. Yo creo que ellos piensan que te echan de menos... pero no es cierto, en el fondo no es así.
Ellos, como yo, están seguros de echar de menos tus goles pero no a ti. El madridismo echa de menos a Juan Gómez, a Benito, a Zoco, a Pirri, a Míchel, a Santillana, a Raúl, a Butragueño, a Puskas, a Gento. Juan no ganó jamás un Balón de Oro ni tampoco una Champions, pero hoy, un montón de años después de su muerte, aún siguen coreando su nombre en el minuto 7 de cada partido que se disputa en el estadio Santiago Bernabéu. Has sido, Cristiano, un ejemplo de profesionalidad e integridad, un líder, un goleador mayúsculo y un ejemplo tanto dentro como fuera del campo, en mi opinión el mejor futbolista del mundo actualmente, y, aún así, te has ido sin haber conquistado del todo el corazón del madridismo. Decía Shakespeare que es amor bien pobre el que puede evaluarse, y el del madridismo hacia ti, y mira que me duele decirlo, está establecido en 450 goles. Goles por dinero, una transacción económica. Pero no existe dinero en el mundo que compre el cariño de una afición.