Seamos sinceros: ¿tiene Guardiola un goleador mejor que Eto'o en su plantilla?... Ustedes y yo sabemos bien que no, y si lo sabemos ustedes y yo, que no somos profesionales del fútbol, ¿cómo es posible que no lo sepa Guardiola que sí lo es?... La respuesta a la segunda pregunta es que no es posible. Si es imposible que Guardiola no sepa que no tiene un goleador mejor en su plantilla que Eto'o, ¿cómo es posible que dijera a las primeras de cambio que no contaba con él?... Esto último sí es posible puesto que fue eso exactamente lo que afirmó, que no contaba con Deco, Ronaldinho y Eto'o, con el agravante de que añadió, coma arriba y punto abajo, que estaría encantado de que siguieran si volvían a ser los de antes. Deco y Ronaldinho deberán demostrar ahora si son o no son los de antes en el Chelsea y el Milan respectivamente, pero resulta que, muy probablemente a pesar de su entrenador, Eto'o, de quien Beguiristain no ha podido deshacerse aún, está demostrándolo en el Barcelona.
Vuelvo a lo de antes: si es imposible de toda imposibilidad que Guardiola, que aunque es un entrenador vírgen sí es un hombre de fútbol, no perciba algo que no se nos escapa al resto de mortales, ¿cómo es posible que diga que no cuenta con un jugador como Eto'o?... Y aquí, desgraciadamente para Pep, sólo cabe una respuesta lógica: porque se lo han ordenado. De ahí que Beguiristain, que ha empezado a ver cómo Eto'o está siendo Eto'o, quiera encontrarle un destino futbolísticamente atractivo al jugador, aunque sea completándole la ficha al club comprador para que todo el mundo quede contento. En realidad, y parafraseando al propio Guardiola, pareciera como si la directiva de Laporta no tuviera ningún interés en que Deco, Ronaldinho o Eto'o pudieran demostrar no sólo que siguen siendo los magníficos futbolistas de ayer sino que continúan siendo los mismos que anteayer y que hace un par de semanas. Imagino que en el club (o sea, en Laporta) habrán pensado (o sea, habrá pensado) que lo mejor para todos (o sea, lo mejor para él) es hacer borrón y cuenta nueva.
Tengo mucho interés por ver cómo acaba lo de Samuel Eto'o, del mismo modo que me preparo para seguir muy de cerca los pasos de Deco y Ronaldinho en Inglaterra e Italia respectivamente. En el caso de Ronaldo lo tenía muy claro y sabía perfectamente que el brasileño estaba dando sus últimos coletazos deportivos, como así fue, pero con Ronaldinho me ronda un no sé qué, un qué sé yo que no sabría definirles con demasiada claridad. O quizá sí, me voy a lanzar a la piscina: me sigue pareciendo un fantástico jugador de fútbol y, salvo que uno de los abogados del Barcelona haya incluido una cláusula en el contrato del brasileño según la cual Ancelotti no pueda alinearle nunca y bajo ninguna circunstancia, en cuyo caso los italianos serían tontos de baba, creo que volverá a demostrarlo. Ronaldinho acaba de quejarse amargamente de lo mismo que todos los grandes jugadores que pasan por allí, desde Maradona hasta Figo o el propio Ronaldo, acaban quejándose. José Luis Núñez le quitó el pasaporte al mejor futbolista que jamás haya tenido en sus filas ese club y ahora Laporta pretende completar con Eto'o el hat trick que inició con Deco y Ronaldinho. Y Cruyff, ¡quién le ha visto y quién le ve!, cual Fabrizio Corbera culé, recomienda que cambie todo para que todo siga igual.