Dicen, y si la noticia la firman Alcaide y Carbajosa yo les creo, que en el Real Madrid llevan trabajando con Cristiano Ronaldo desde el día posterior a su agresión a Mtiliga. En el caso del portugués, nuevo en las lides de la Liga y los árbitros españoles, faltó previsión y anticipación por parte de Pellegrini, que ya lleva un tiempecito entre nosotros, pero supongo que si al chileno le preguntáramos por ello alegaría en su defensa que hablar y aconsejar a sus jugadores acerca de cómo han de comportarse sobre el cesped, como el de la cantera, no es tampoco un trabajo que le corresponda a él. Acabaremos pensando que don Manuel es un alineador, y hasta para eso se devana los sesos últimamente. A lo que íbamos: ante la pasividad del don Tancredo de Santiago, en El Mundo aseguran que el club ha decidido agarrar al toro por los cuernos: "no mires a los ojos de árbitros ni rivales"; ni el mismísimo Abraham van Helsing lo habría podido expresar mejor: "no mires a los ojos de la bestia".
Pero el Real Madrid, que ya se pasó tres pueblos obligando a Drenthe a pedir perdón a la humanidad por aquella entrada que le hizo a Marc Bertrán, vuelve a excederse un poco con esto de la ejemplaridad. Puede que, de haber sabido que iba a tener que ir por los campos de España con la cabeza gacha, Ronaldo se hubiera quedado en la Premier. La Liga de aquel país no ha tenido tantos miramientos a la hora de acoger en su seno a personajes del calado de Graham Roberts, ("el fútbol es un juego de destreza, así que nosotros les damos unas pocas patadas a ellos, y ellos nos dan unas pocas patadas a nosotros") Norby Stiles, Vinnie Jones, ("lo que más me gusta es el chasquido de los huesos del rival al lesionarse") Darren Dazely, Eric Cantona, Stig Tofting, Paul Ince, Colin Hendry, ("es uno de esos futbolistas que no son felices hasta que les dan tres patadas en las pelotas durante el entrenamiento") Dennis Wise o Roy Keane. La puritana sociedad inglesa jamás clamó al cielo escandalizada por ninguno de estos ilustres caballeros: allí sólo te piden que bajes los ojos y entregues el brazalete de capitán si te has acostado con la ex mujer de un compañero.
No sé qué habría pasado si el Athletic Club de Bilbao le hubiera pedido a Goicoechea que no mirara a los ojos de los árbitros después de su entrada a Maradona. Corría el 24 de septiembre de 1983 cuando el defensa central vasco le partió los ligamentos del tobillo al argentino del Barcelona, fracturándole también el maleolo del peroné; el ábitro era el señor Jiménez Madrid y le mostró tarjeta amarilla a Goico. También llegamos demasiado tarde para pedirle cuentas a Joaquín Cortizo, aquel bravo lateral derecho del Zaragoza: un 27 de diciembre de 1964 le partió la tibia y el peroné al atlético Collar; el extremo izquierdo rojiblanco regresó a los campos de fútbol el 10 de octubre de 1965, y el árbitro Gómez Arriba señaló la falta pero no expulsó al maño. Y de bajar la mirada nada de nada: cuarenta y tantos años después, Cortizo sigue diciendo que no le tocó y que todo fue debido a la intervención del Conde de Cheles, que era un directivo del Atleti con influencias.
Otro que no sé si miraría al suelo es Josico. El 16 de marzo de 1996 se jugaba un Real Madrid-Albacete. Para desgracia de Fernando Redondo, el centrocampista se cruzó con él y le rompió los ligamentos del tobillo izquierdo; el argentino no volvió a jugar hasta el 13 de octubre de 1996, y Fernández Marín, que era en aquella ocasión el árbitro del partido, sólo le mostró la tarjeta amarilla al agresor. ¿Habría tenido valor algún directivo del Barcelona para pedirle a "Tarzán" Migueli que no mirara a los ojitos a los demás jugadores después de retirar del fútbol al madridista Paco Bonet?... Sucedió el 4 de junio de 1983 en La Romareda, escenario elegido para la final de Copa entre los dos grandes del fútbol español; a Bonet, que también era central y tenía una progresión increíble, le gustaba salir con el balón controlado desde atrás, pero Migueli, que no compartía la opinión del mallorquín, cortó uno de sus famosos avances con las dos piernas por delante; una semana más tarde, Bonet supo que tenía roto el ligamento interno de la rodilla izquierda, con desgarro de la cápsula posterior y rotura del menisco interno. Paco volvió a jugar, ya maltrecho, el 5 de noviembre del mismo año, y García Carrión amonestó a Migueli con amarilla. Y yo me pregunto lo siguiente: ¿a Ronaldo le han aconsejado que haga esa caidita de ojos por lo de Mtilinga o porque costó 94 millones de euros y juega en el Real Madrid?... ¡Mira al frente, chaval, deslúmbrales con tu fútbol y cómete el mundo por los pies!... Deja que la caidita de ojos la hagan tus fans.