Viendo el partido del Manchester City en el Camp Nou me pregunté más de una vez y más de dos y más de tres, hasta que, desesperado, dejé de preguntarme nada y me puse a ver el último episodio de True Detective (por cierto: ¡fantástico!) a qué narices estaba esperando doooon Manuel Pellegrini para hacer algo, lo que fuera, algo, algún movimiento, un cambio, algo... De acuerdo que, tras el partido de ida, la eliminatoria venía de nalgas pero precisamente por eso, porque el equipo estaba obligado a ir a por todas, se esperaba bastante más del City en el Camp Nou. El encuentro, en mi opinión, sólo ofreció la motivación morbosa de poder comprobar que la leyenda urbana que había circulado por Madrid era falsa y que efectivamente Rubén Cousillas, el segundo de doooon Manuel, no era un recortable de cartón como el que yo tengo de Ancelotti en Tiki Taka sino un ser humano. Albricias, ¡Cousillas vivía!...
Cousillas, que aquí se tiró un año sin mover ni un músculo, se movía al fin, gesticulaba y hacía gestitos con las manos... pero el City no iba a por el partido, lo que me llevó a pensar que doooon Rubén se movía más por aparentar interés que por otra cosa. Dicen que dos que comparten colchón se vuelven de la misma condición y al parecer el refrán debe ser exportable también a los banquillos de fútbol porque, nada más acabar el partido, el segundo del City dijo lo siguiente: "Nos vamos frustrados pero conformes con el rendimiento". Lo mismo el propietario del City, que lleva gastados 643 millones de euros desde 2008, no está del todo de acuerdo con semejante afirmación, ¿no?... Esa frase me recordó a la de doooon Manuel cuando dijo aquello del "puntaje".
El City, eso sí, cayó caballerosamente en el Camp Nou. Vino, humilló, le pusieron un par de banderillas y se volvió a las islas. Y lo siento pero, observando el comportamiento tan modosito del todopoderoso (como el Arsenal) Manchester City me vino una vez más a la memoria... José Mourinho. Mou habría hecho algo, eso desde luego, lo que fuera pero algo. Y a lo mejor, aunque lo dudo, un City dirigido por el portugués habría caído por 8-0 en vez de por 4-1 pero en el Camp Nou y con un 0-2 de la ida, habría hecho algo. Más aún con un 0-0 al descanso que condenaba irremisiblemente al equipo. Doooon Manuel prefirió no jugársela antes que salir aplastado. Es la diferencia que existe entre un entrenador que confunde al City con el United y otro que se sabe de memoria hasta la marca de la ropa interior de todos y cada uno de sus jugadores.