A diferencia de mi buen amigo Felipe del Campo, yo no creo en absoluto que el periodismo deportivo español esté atravesando por su mejor momento; bien al contrario, creo que pasa de largo por el peor. Leo, oigo y veo a las nuevas generaciones y, con honrosísimas excepciones, se me caen los palos del sombrajo. Literalmente. El periodismo deportivo de hoy es parcial por el interés comercial y. como consecuencia de todo ello, absolutamente cobarde por el miedo a perder definitivamente contacto con la cordada. Un día, hace unos cuantos años, le pedí a Isaac Fouto el teléfono de José María García; era cuando el maestro andaba peleándose con el cáncer y, aunque no tenía el placer de conocerle personalmente, sentí el impulso de llamarle tras verle calvo y demacrado en un programa del corazón.
Marqué, contestó con un característico "¿sí?" que me retrotrajo a los tiempos de Super García, le expliqué quién era, y él me cortó al instante sin dejarme terminar: "¿eres el Juanma Rodríguez de Radio España y de la Cope? ¿Sabes que quise ficharte cuando me fui a Onda Cero?... ¡Ya no se hacen esos comentarios críticos!"... Hace algunos meses tuve ocasión de entrevistarle para Esquire y volvió a repetirme lo mismo: "¡Ya no se hacen esos comentarios críticos!"... Me parece que es la primera vez que hago pública esta anécdota en el blog, pero aquel día engordé cinco kilos más, salté de mi silla y salí raudo a contarlo a la calle como dice la voz popular que hizo Luis Miguel Dominguín tras yacer con Ava Gardner. Cambio sin dudarlo todos los títulos del mundo por ese gesto, junto a aquel otro que tuvo conmigo Federico Jiménez Losantos citándome en su De la noche a la mañana. Cuando, en clara alusión al modo de hacer de García, alguien me dice que sueno a "butanero", yo siempre respondo que es un orgullo y un honor sonar como el mejor.
Decididamente, el periodismo deportivo español no atraviesa por su mejor momento sino claramente por el peor. Ayer, a la finalización de una rueda de prensa de Mascherano, los profesionales de la información se pusieron en pie y le ovacionaron. Diez horas después, en el transcurso de la transmisión para Canal 9 del partido de Champions entre el Schalke y el Valencia, pudieron oirse comentarios ofensivos contra el jugador de campo que más veces ha vestido la camiseta de la selección nacional española. Demasiada gente se pone peligrosamente delante de un micrófono sin haber leído antes a Wolfe, Mailer, Auster o Kapuscinski. Todo es lo mismo, todo es igual, y llegará ese terrible día en que obliguen a desnudarse a un profesional mostrando ante las cámaras sus otras menudencias para así poder hurtarle a la competencia un miserable 0,1% de share. El guión lo exigirá, y también el miedo a perder la cordada. Mejor será seguir horadando la cara amable de la montaña, allí por donde siempre calienta el sol.