Yo no sé si la responsabilidad del Rayo por al apagón de anoche en Vallecas es mucha o poca, lo que sí sé es que la del equipo visitante es ninguna. Y desconozco si el lunes por la tarde irán al campo más o menos aficionados de los que tenían previsto hacerlo el domingo por la noche, lo que está claro es que si aquí hay un club notablemente perjudicado por el boicot ése es sin duda alguna el Real Madrid Club de Fútbol. Lo digo porque a eso de la una y media de la madrugada oía al presentador de un programa de radio deportiva decir algo así como "¡y a estas horas, el Real Madrid sigue pidiendo que el partido se juegue a las cinco de la tarde!", como si el único perjudicado por las circunstancias, el equipo que tuvo a sus jugadores esperando de pie derecho hasta ver si eran dos cables o tres los amputados por los golfos, no tuviera todo el derecho a exigir que el encuentro se disputara a una hora razonable con objeto de evitar que volviera a producirse un ridículo parecido.
Algo semejante ha ocurrido cuando Mourinho ha decidido demandar a un crítico de cine por llamarle "nazi" o a un abogado por definirle como "psicópata". Resulta que era sólo una forma de hablar, un ejemplo, una parábola, un cuento chino, y que llamándole "nazi" Boyero no estaba queriendo decir en absoluto que el portugués fuera de la escuela de Adolf Hitler y que definiéndole como "psicópata" Godall no estaba dejando caer de ningún modo que el entrenador del Real Madrid sufriera un trastorno antisocial de la personalidad... ¡Qué malas pulgas y qué poco sentido del humor tiene Mourinho por tomarse a mal que le acusen de ser afín al Tercer Reich o por quejarse de la comparación con Ted Bundy!... Ahora igual: ¡parece mentira que al Real Madrid, que es el único perjudicado por el cambio de día y hora del partido, se le ocurra pedir jugar a las cinco de la tarde!... ¡Menuda locura!... ¡Un partido a las cinco!... ¿Cuándo se ha visto jamás que un partido de fútbol se juegue a las cinco teniendo toda la noche a nuestra disposición?...
Pero tranquilos porque no pasa nada, veamos la botella medio llena; en todas las crisis hay un lado positivo y el lado positivo del boicot de Vallecas es que el mando de las operaciones lo asume... ¡José Luis Astiazarán!... Ahora sí que el Real Madrid puede tener la seguridad de que lo del domingo no va a volver a suceder porque el hombre que hundió económicamente a la Real Sociedad y probablemente el peor presidente y con mayor contestación interna que haya conocido jamás la Liga de Fútbol Profesional se convierte en el comandante en jefe de esta "Tormenta del desierto". El de ayer en Vallecas fue un boicot, sí, desde luego, pero un boicot a la inteligencia, un boicot a la seriedad y un boicot a la profesionalidad. Menos mal que nosotros tenemos también a nuestro particular general Schwarzkopf de San Sebastián. No sé de qué se queja el Real Madrid, la verdad... Todo está saliendo a pedir de boca.