Ya tengo un diagnóstico para lo que le pasa al Real Madrid: asfixiofilia. Los jugadores saltan al campo con una bolsita de plástico en la cabeza y, según lo van requiriendo el partido o el rival, se estrangulan más o menos para así encontrar mayor satisfacción en sus acciones. La prueba culmen del vicio que atenaza a los merengues la tuvimos sin duda en el partido contra el Sevilla: 0-2 en el minuto 52 de partido y 3-2 en el 92, y el gol de la victoria logrado en el último segundo. Ahí sí que tiraron de látex los jugadores del Madrid. Ayer, contra el Atlético de Madrid, volvió a repetirse la misma historia: 0-1 al descanso y, tras la reanudación, 3 goles en 13 minutos; con el 3-1, Xabi Alonso, el mejor del Real, decidió que había que apretar otro poquito y sacó la mano a pasear. El Madrid, que pudo haber rematado sin duda la faena, no lo hizo, y el Atleti, que no mereció la victoria, buscó tímidamente el empate hasta que Undiano pitó el final... Yo no creo que dé gustirrinín pasarlo mal.
Conviene recalcar el "carácter eliminatorio" (Valdano dixit) que van a tener todos los partidos que disputen Real Madrid y Barcelona hasta que concluya la Liga; los próximos: Barcelona-Athletic el sábado y Racing-Real Madrid el domingo. Si el Barcelona gana el 3, al Madrid le tocará hacerlo el 4 con la vista puesta en el encuentro casi decisivo del domingo 10 de abril. ¿Sale andando al campo el Madrid consciente de su superioridad?... No me lo puedo creer. Sí es cierto, y ayer lo dijo por primera vez Cristiano, que les cuesta demasiado enchufarse a los partidos. El encuentro contra el Getafe del otro día fue la excepción que confirma la regla: superioridad total y absoluta en la primera parte, y en la segunda a descansar. Estamos en abril y, por unos u otros motivos, el Madrid de Pellegrini es absolutamente incapaz de estar centrado en un partido los 90 minutos; de repente, sin venir a cuento, Ramos se va a cambiar el billete de la ORA, Albiol cae en la cuenta de que la mujer le pidió Danoninos para el niño y Casillas corre a cambiarle el aceite al coche.
Será interesante comprobar el planteamiento de Pellegrini ante el Barça: ¿al ataque, mandando y buscando la victoria desde el primer minuto o agapazado atrás y buscando contragolpear?... Si ambos equipos llegan con 77 puntos al Bernabéu, la Liga no asumirá más aplazamientos. Si el Madrid o el Barcelona salen de allí con 80 puntos en su casillero, y con sólo 7 partidos por jugarse, el campeonato será suyo. Pero, al contrario de lo que ha pasado hasta ahora, la asfixiofilia no será una buena consejera para el Real en su partido contra el vigente campeón: si aprietan la bolsita contra el Barça acabarán como Kung Fu. Volvamos a la pregunta de antes: ¿atacar desde el minuto 1, ir a por el equipo de Guardiola o velar primero por la portería de Casillas y jugar a la contra?... La afición le pasará factura a su equipo si el Madrid opta por esperar atrás al Barcelona. Quizás, aunque sólo fuera por un partido, Messina debería ocupar el banquillo de Pellegrini.