Del momento por el que atraviesa actualmente la selección argentina de fútbol habla mejor que cualquier otra cosa la celebración por todo lo alto de una victoria en casa... ¡y ante Colombia!... El equipo de James y del renacido Falcao ha descendido ahora hasta la sexta plaza y estaría en estos momentos fuera del Mundial, y Argentina, que es quinta, tendría que jugar la repesca: una heroicidad, sin duda alguna, para la doble campeona del mundo. Pero la albiceleste no jugaba ayer en El Monumental de Buenos Aires para conquistar su primer cetro mundial ante la poderosísima Holanda, tampoco en el estadio Azteca para lograr su segundo título ante la temible Alemania sino, repito, en casa ante Colombia para huir de la sexta plaza del grupo de clasificación. ¡Alabado sea el Señor!...
Hoy me preguntan mucho por Messi porque esta madrugada abrió el marcador (1-0) con un auténtico golazo. El de Aspas en el amistoso de Wembley también lo fue, como el de Isco, pero de estos se habla menos. Poco más puedo añadir sobre Leo que no haya dicho ya: me parece que es un futbolista fantástico, creo que Cristiano (que va a ganar el próximo Balón de Oro) es más completo que él cuando está bien y pienso que hay un celo especial entre sus seguidores a la hora de resaltar en exceso lo que hace bien y ocultar lo que hace mal, responsabilizando del fracaso a los demás cuando Argentina (o el Barça) pierden. Nadie (al menos yo no) ha dudado de su calidad, que es tremenda, pero un gol de Messi ante Colombia para eludir quedarse fuera de una cita mundialista no va a cambiar mi opinión sobre él y, sobre todo, sobre sus enfervorizados fans. Otro gallo cantaría si el gol fuera en una final de un Mundial...
El 3-0 a Colombia no pasará a la historia. Quiero decir que, siendo muy importante la victoria , el encuentro no será recordado por nada especial dentro de tres, cuatro o cinco años. Nadie dirá dentro de 10 años que Argentina ganó en casa a Colombia y, así, ascendió ni más ni menos que a la quinta plaza del grupo de clasificación del Mundial que le garantizaba jugar la repesca contra el primer clasificado de Oceanía. Sí se recordará, sin embargo, el topetazo a la prensa de la selección de Bauza. Un periodista, Gabriel Anello, publicó en su cuenta de Twitter que Lavezzi se había fumado un porro en la concentración y los internacionales argentinos al completo, y liderados por Messi, aprovecharon la ocasión para vetar a toda la prensa. Si no hubiera sido por lo de Anello, que al parecer está denunciado por Lavezzi, habría sido por cualquier otra cosa porque de lo que en realidad están hartos los jugadores es de que les digan la verdad, o sea que no es normal que Argentina esté como está, fuera del Mundial ahora mismo y festejando por todo lo alto un quinto puesto en un grupo con Ecuador, Chile y Paraguay. ¡Yupi!...