La reacción del Cholo Simeone, desatado tras el gol de Vietto, corriendo por la banda como la niña del exorcista bajaba por las escaleras, confirma punto por punto lo dicho por Arbeloa tan solo unos días antes: "Para el Atleti, el partido contra el Real Madrid es el más importante del año". En las declaraciones de Álvaro no había, a mi modo de ver, ánimo injurioso y, pese a ello, Gabi se puso hecho un auténtico basilisco y salió al corte raudo y veloz como si hubieran mentado a su madre. Luego, en Fútbol es Radio, Petón confirmó lo dicho por Arbeloa y añadió algo con lo que, al menos yo, no estoy de acuerdo: "Para el Real Madrid también es el partido del año". Como en las de Álvaro, tampoco existe en mis palabras el menor atisbo de falta de respeto hacia nadie, aunque habrá quien escarbe en ellas para buscarlo, pero, hoy por hoy, ahora mismo, el partido del año no es para el Real Madrid el que juega contra el Atleti sino contra el Barcelona. Y al revés, claro. Hace cincuenta años sí; cuando Di Stéfano puede, pero hoy no, hoy imposible.

El Real Madrid, ya lo dije ayer, no me gustó. Tampoco el Atleti, que se ha ido de rositas, jugó un pimiento al fútbol. En líneas generales me pareció un derbi bastante soso y aburrido, un pestiño. Al equipo blanco le faltó un pelín (o un pelón, según se mire) de ambición para rematar el partido, pero en el descanso, con el 0-1 en el marcador, Benítez, a quien todo el mundo ha señalado con el dedo, le dijo a sus jugadores que fueran para arriba y cerraran el encuentro, que lo tenían a huevo y, por lo que fuera, los jugadores se echaron inconscientemente para atrás. Aún así, nunca un empate en un campo tan complicado como el Vicente Calderón ha recibido tantos palos para el equipo visitante como el del pasado domingo. Los piropos fueron para el Atleti, que empató en el minuto 83, y también para el Barça, que perdió en Sevilla. El Real Madrid, que aún no ha perdido un solo partido oficial, es una birria y su entrenador es un cagón.

Así que, según la prensa especializada, la "primera gran decepción" llegó para el Real Madrid en forma de empate en el campo del equipo que hace dos temporadas ganó la Liga y llegó a la final de la Champions. Me imagino que se refieren a la "primera gran decepción" de la era Benítez porque el Real Madrid perdió por 4-0 ante el Atleti y después de aquella sangrante derrota no se criticó tanto a Carlo Ancelotti como ahora. Tal y como yo lo veo, las críticas dirigidas hacia el juego del Madrid no hacen en el fondo otra cosa que volverse contra el equipo colchonero; lo que están diciendo es: "Parece mentira que el Real Madrid no goleara al Atleti en su campo". Yo también creo que el Real ha desperdiciado una ocasión pintiparada para meter tierra de por medio con respecto al Barça, que será su rival por la Liga; pero no por el empate ante el Atleti en el Calderón sino por los empates ante Sporting y Málaga. Arbeloa tenía razón: la reacción de Simeone lo confirma.