Joan Laporta pensará que Pep Guardiola podría haberse metido el feeling por donde le cupiera. Me imagino al presidente del Barcelona rezando todas las oraciones que se sepa para que a su entrenador no se le cruce por ejemplo Messi. Del "asunto Eto'o" ha salido evidentemente malparado Laporta porque, por mucho que trate de desviar la atención y decir que lo suyo no tiene nada que ver, está imitando el modelo de Florentino Pérez, que en realidad es más viejo que la tos y consiste en fichar a los mejores futbolistas del mundo. Claro que si llamas a la puerta del Milan y dices que quieres llevarte a Kaká, la broma te va a salir bastante más cara que si contratas a un futbolista desconocido. Por supuesto que si llamas a la puerta del Inter y dices que quieres llevarte a Ibrahimovic, que según su representante es mejor que Kaká, Cristiano y Benzema juntos, ya puedes ir preparando la chequera.
Pero hay una diferencia esencial entre Florentino y Laporta: el primero iba forzado por la fenomenal temporada culé y advirtió en su día que el Real Madrid tendría que hacer en un año la inversión destinada a tres; el segundo tendría que haber estado realmente "tritranquilo", y no sólo por fuera sino también por dentro, puesto que él ya tenía en casa lo que su máximo rival deportivo se veía en la necesidad de buscar afuera. Laporta tendría que haberse comportado como un convidado de piedra pero al final le pudo la pasión y se metió en un jardín de difícil salida con lo del modelo, el imperialismo y el pelotazo. Y en esas regresó de vacaciones Guardiola y le recordó a su jefe aquello tan cool del feeling. Está claro que Pep es un auténtico privilegiado porque no sé cuántos entrenadores de fútbol pueden ir a decirle a su presidente que prescinda del tercer máximo goleador histórico del club por una cuestión de feeling.
Supongo que Guardiola tendrá que explicar algún día qué le pasó con Samuel Eto'o. La operación es arriesgadísima puesto que supone un desembolso económico importantísimo por un jugador que es muy bueno pero que no es mejor que el que ya había. De acuerdo que a Pep le blindan la Champions, la Liga y la Copa, pero ni siquiera él puede escudarse en el feeling para tomar una decisión como esta. Al principio decía que Laporta ha salido malparado tras criticar la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el suyo, pero aquí la responsabilidad de la decisión no es de Laporta sino de Guardiola. Me pregunto si ya sabía que no tenía buen feeling con el camerunés cuando dijo en su primera rueda de prensa como entrenador del Barça que le quería fuera del equipo. Si las cosas van bien no habrá problemas pero si el Barça no lo gana todo de nuevo y el sueco no marca los goles de Eto'o habrá quien mire de reojo hacia Italia. Allí no lo llaman feeling sino sensazione. A ver si la sensazione de Guardiola es la correcta. Y a ver qué dice el caballo de Laporta.