Nada más aterrizar en el Chelsea, allá por junio de 2004, con el desayuno del avión aún en el estómago, Mourinho, a quien Abramovich había "premiado" con 4,2 millones de libras anuales por su trabajo, dijo aquello tan famoso de I am a Special One. Lo era, efectivamente, y aún hoy, casi 8 años después de aquello, continúa siéndolo. John Terry, que era el capitán del equipo, sigue pensando que Mou quería desviar hacia él toda la atención de la prensa, y lo logró, vaya que si lo logró. Porque Mourinho, como probablemente suceda también con Guardiola y quizás con Ferguson, es un entrenador total, un hombre que anda pendiente de todos los detalles. Su táctica es simple y compleja al mismo tiempo y consiste en ir siempre un pasito por delante; a la vista está que la relación con los medios de comunicación no es para él un asunto baladí sino todo lo contrario.
Hablando en plata: yo creo que Mourinho nos utiliza a los periodistas, hace bailar a los medios de comunicación al son que él toca y una de sus habilidades reside precisamente en hacernos creer que somos nosotros quienes le hacemos danzar a él cuando sucede justamente lo contrario. Antes, tanto Helenio Herrera como Brian Clough supieron adelantarse a los tiempos y en su bola de cristal vieron claramente la influencia que, tanto si les gustaba como si no, iban a tener los mass media en el negocio del fútbol: ellos empezaron a jugar con la prensa, a manipularla a su antojo para lograr sus fines, pero Mourinho ha perfeccionado ese arte hasta el punto de que hay quien, una vez finalizada la película y salido del cine, ya en casa y a puntito de cenar, continúa dándole vueltas a la cabeza y pensando que la historia de Roger Kint era cierta. ¿Lo era?...
Un relampagueante viaje de Mourinho a Londres en su día libre, sólo uno, y además en línea regular, y además haciéndose fotos con todo el mundo, y además a cara descubierta, y además para buscar casa, continúa siendo 48 horas después motivo de sesudo análisis por parte del periodismo deportivo nacional e internacional: ¿falta de respeto al madridismo, regreso a la Premier, viaje de placer, traición a Florentino?... Si se deja ver a la luz del día es que no quiere esconderse: ¿confirmación de que regresa al Chelsea o todo lo contrario?... ¿Y no tenía ya un pisito en Londres, para qué quiere una casa más grande?... ¿Alguien ha visto esta mañana a Keyser Söze?... Mi apuesta: salvo que se ganen Liga y Champions esta temporada, y puede que incluso en ese caso, José Mourinho respetará su contrato de cuatro años con el Real Madrid y a lo mejor incluso lo amplía. Yo, qué quieren que les diga, no espero más al señor Kobayashi.