Lo del Barça es una tomadura de pelo consentida día tras día por la Liga de Fútbol Profesional, más preocupada por China o de "neutralizar" a la Premier League que de lo que sucede aquí, en España. ¿Qué diría la Liga Nacional de Fútbol Americano si Malcolm Glazer consintiera que se desplegaran pancartas en el Raymond James Stadium en contra de una decisión de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos? Ya dije el otro día que, ante un momento histórico crucial de la historia de España, el Real Madrid, por ejemplo, ha decidido posicionarse no haciéndolo y colocándose absolutamente de perfil, una visión excesivamente pacata de su auténtica dimensión extradeportiva. Pero es que el Fútbol Club Barcelona se ha convertido en un activista de lo antiespañol, un agente al servicio de los golpistas y un organizador consentido de auténticos akelarres secesionistas. ¿Y de esto qué, amigos de la Liga? ¿Algo que decir?...
Bajo la excusa de que nadie hace nada, Javier Tebas tampoco lo hace. Pero la Liga no es suya sino de todos sus miembros. Si, por miedo, por cobardía o por puro cálculo de negocio, los clubes españoles de fútbol profesional no hacen ni dicen nada acerca de la actitud antiespañola de uno de sus asociados, el aficionado medio español estaría en su perfecto derecho de boicotear el campeonato, dejar de acudir a los campos en protesta, abstenerse de comprar camisetas, pantalones o merchandising de los equipos. La indigna actitud de la Liga de Fútbol Profesional, únicamente preocupada por el dinero y consentidora de lo que, un día sí y otro también, viene sucediendo en el Camp Nou, ya no puede calificarse de equitativa sino directamente de colaboracionista. El Barça es lo que es y hay que verlo como lo que es, pero al resto de clubes, que tampoco se mojan, también hay que empezar a verlos como lo que son.
Ayer, en el campo del Barça, se consintió que el club catalán alentara desde sus instalaciones una publicidad mentirosa y dañina contra la nación española. Como varios de sus empleados (el último de ellos, el ínclito Gerard López), el Barça propagó a través de las televisiones la falsaria idea de que en el país en el cual tiene su actual sede la LFP hay presos políticos y pidió una lamentable ayuda a Europa con el lema "¡Qué vergüenza!" ¿Hasta cuándo? ¿Es posible que todos los peñistas culés repartidos por España se den de baja antes que Javier Tebas y la empresa que dirige den la cara en este asunto? Yo ya sé que si Cataluña se independiza el Barça no podrá jugar la Liga, para eso no hace falta ser catedrático de Derecho Constitucional. Pero, como en el chiste de Eugenio, ¿hay alguien más ahí? ¿O están todos definitivamente muertos y enterrados?