Desde que el pasado 8 de septiembre Florentino Pérez dijera que el estamento arbitral era francamente mejorable se han venido produciendo una serie encadenada de gravísimos errores en contra del Real Madrid. En el partido contra el Levante disputado en el estadio Santiago Bernabéu, que acabó con empate a uno en el marcador, Hernández Hernández, que además se encontraba en primera línea de playa de la jugada, dejó siń castigar un clarísimo penalti cometido sobre Theo. En el partido contra el Betis, que acabó con victoria verdiblanca por 0-1, hubo al menos dos penaltis de Javi García, uno por mano dentro del área por arrollar a Marcelo; eso sin contar por supuesto el abrazo del oso que un defensa del equipo andaluz pegó a Cristiano. Pero Mateu hizo mutis por el foro.
En el del sábado contra el Alavés, y que el Madrid acabó ganando por la mínima y con sustos, no se le mostró cartulina roja a Manu por agresión clara sobre Lucas Váźquez y dejaron de pitarse otros dos claros penaltis, uno sobre Isco y otro sobre Varane, y se le anuló un gol a Ramos. Antes de que Florentino Pérez mostrara su indignación (contenida, muy contenida) por el negro histórico de los chicos de Sánchez Arminio con el Real, se produjo un claro penalti de Parejo sobre Marcelo (por lo que se ve, el preferido de la clase) que Fernández Borbalán se negó a señalizar. Todo esto sin contar la sanción a Cristiano de la Supercopa, que le ha tenido alejado de la Liga durante cuatro partidos, y la expulsión de Sergio Ramos. Entre unas cosas y otras, al Real Madrid le han desaparecido 7 puntos, justo los puntos que hoy le tendrían al frente de la clasificación. Las espinas, claro, se tornan rosas para el Barça.
A mí me gustaría creer que todo esto es fruto de la casualidad... pero no puedo. No puedo creer que todo sea fruto de un despiste cuando acabo de leerle al periodista Kike Marín hace seis días los estractos de algunas conversaciones telefónicas entre Joan Gaspart, ex presidente del Fútbol Club Barcelona, y Gorka Villar que afectaban directamente a Albert Soler, que fue secretario de Estado para el Deporte y que actualmente desempeña las labores de Director de Deportes Profesionales del Barça. De dichas conversaciones se deduce que existía una pinza Gaspart-Villar-Soler que tenía como único objetivo que Ángel María Villar se perpetuase en el cargo, y con él, por supuesto, Victoriano Sánchez Arminio. El caso es que ya no se molestan ni siquiera en que parezca un accidente y todo apunta en la misma dirección: al Real Madrid le han aplicado el código rojo tras las declaraciones de Florentino. Son los últimos coletazos del Villarato. ¿O no?...