El menosmillonesymáscojoncismo, la facción deportiva de Pablemos, se ha apoderado irremediablemente del madridismo, de forma que no me extrañaría en absoluto que Willy Toledo anunciara su próxima candidatura a la presidencia del club. O, lo que sería incluso peor, que Santiago Segurola terminara por convertirse en el sucesor de Florentino Pérez; el fútbol pasaría a ser entonces "una tarde de lluvia en el estadio Santiago Bernabéu". Y, claro, los productores de Destruyamos a Mourinho han visto el cielo abierto tras las derrotas ante la Real y el Atleti y se han puesto manos a la obra con Acabemos con Florentino. En realidad Mou nunca fue el primer objetivo sino el segundo. Quien molesta ahí de verdad por muchos motivos (y uno de ellos es que se dejara marchar al estomagante Valdano) es Florentino. Porque hoy, ahora, de repente, el nuevo problema del vigente campeón de Europa es que tiene ocupadas todas sus direcciones... menos la deportiva. Y yo vuelvo a preguntar en voz alta: "Díganme una decisión, sólo una, que justificara ahí la presencia de Valdano y la millonada que le regaló el club"... ¡Pero si ni siquiera estaba enterado de los problemas de Özil con el Werder Bremen!...

Pero decía que el Pablemos deportivo se ha apoderado del madridismo hasta el punto de que presuntos seguidores blancos patearon ayer el coche de Bale, el jugador que le dio al Madrid la Copa y marcó el que cerraba la Champions, a la salida del entrenamiento. Me imagino a Gareth preguntándose en su casa qué carajo pasa aquí. La herrumbre del mal denominado (autodenominado en realidad) periodismo deportivo serio, ese que va dando por ahí lecciones de moralidad y buenas costumbres desde el púlpito, ha llegado al nauseabundo límite de firmar un temporal pacto de no agresión con los Ultras Sur, a quienes el actual presidente madridista puso de patitas en la calle, con tal de acabar con el enemigo común. De repente, como por arte de birlibirloque, la madrileña M-30 ha amanecido repleta de pancartas contra ACS, y estos mal denominados periodistas se han olvidado por un instante del Cara al sol y de las cruces gamadas para deslizar la idea de que Florentino fichó a James a cambio de un suculento contrato para su constructora en Colombia.

Poco tiene que ver, por supuesto, la verdad con todo esto y a nadie importa lo más mínimo el hecho de que ACS firme contratos por todo el mundo casi a diario, el caso es acabar al precio que sea con Florentino Pérez después de haberlo hecho con José Mourinho, que era una bendición para el club, para así acceder libremente a la sala de máquinas. Con todo es precisamente esa alianza de conveniencia, ese nauseabunbdo pacto entre determinados periodistas con los Ultras Sur, lo que me tiene más indignado. Tras firmar hace tres días el contrato de su primera autopista en Colombia, una filial de la empresa ACS lograba por ejemplo ayer mismo un contrato para tender red de fibra óptica en Australia por 127 millones... pero el Real Madrid no ha contratado a ningún jugador australiano, ¿no?... Si el objetivo de la mayor empresa constructora española era expandirse por Colombia, ¿por qué no contratar a Falcao el año pasado?... Periodismo con mayúsculas como puede apreciarse éste de la alianza con los ultras.