La pregunta es: "¿Cómo es posible que el presidente del Real Madrid, club capaz de acometer los fichajes de Cristiano, Bale, Zidane, Beckham o Figo, dejara por imposible la contratación de Neymar?"... En referencia a la contratación del astro brasileño, Florentino Pérez dijo el pasado 25 de mayo que les salía "por más de 150 millones de euros" y que una operación económica tan endiabladamente compleja habría alterado su ecosistema financiero. ¿Así que el Real Madrid, capaz de afrontar la contratación de cinco de los diez fichajes más caros de la historia del fútbol, no pudo sin embargo agarrar por los cuernos a un toro de 57 millones de euros?... Insisto: ¿Cómo es posible eso?... Porque entre los 150 millones de los que habló en su día Florentino Pérez y los 57 que dice el Barcelona que costó Neymar hay un Bale y dos millones de distancia... ¿Cómo es posible?...
Según El Mundo hay un socio del Barcelona, Jordi Cases, que simplemente cree que eso no es posible y que el pasado jueves presentó contra Alexandre Rosell Feliu una denuncia en la Audiencia Nacional acusándole de "apropiación indebida en su modalidad de distracción del dinero" en el fichaje de Neymar. Lo que supongo que habrá hecho el señor Cases en todo este asunto es aplicar el principio de economía conocido como la navaja de Ockham según el cual "en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más correcta". Si nos damos una y otra vez de bruces buscando sin encontrarla la explicación a cómo pudo ser posible que el Barcelona acometiera por 57 millones de euros una operación que según el presidente del Real Madrid se le iba hasta los 150, a lo mejor es que no fue posible, así de fácil. Eso es, insisto, lo que argumenta en su denuncia contra Rosell el señor Cases.
Hay otra explicación: que tanto el chaval como su familia, y especialmente su señor padre, fueran tan culés, tan culés, tan culés que renunciaran a una importantísima cantidad de dinero por cumplir su sueño de fichar por el Barcelona, pero eso no funciona desafortunadamente así en el mundo real. Pongamos por caso a Gareth Bale, que sí era del Real Madrid desde chiquitito y que aseguró ante la prensa que, de haber podido, habría venido aquí por un centavo. Bale habría venido al Madrid por un centavo... pero probablemente Levy no estuviera de acuerdo con esa oferta. Mientras el Barcelona no lo aclare, y hasta ahora no lo ha hecho, algo seguirá oliendo raro en el fichaje de Neymar y al menos lo bueno de la denuncia ante la Audiencia Nacional es que Rosell ya no va a poder ocultarse tras una supuesta cláusula de confidencialidad. El brasileño se le aparece a él como los espíritus del pasado, del presente y del futuro se le fueron apareciendo, uno a uno, a Elbenezer Scrooge en el Cuento de Navidad.