Cristiano Ronaldo desmintió el otro día en A Bola la otra bola, la bola de quienes, al cobijo del conflicto con Ramos y el impasse con Casillas, pretendían incluirle (ahora se ve que en contra de su propia voluntad) en el pack 3x1 de descontentos con el club blanco. Cristiano rompió su silencio para decir que está muy feliz en el Real Madrid, que son absolutamente falsas las noticias que buscan generar conflictos, que está en el mejor club de fútbol del mundo y que le gustaría que le dejasen en paz de una vez por todas. Y es curioso porque mientras que la falsa información ocupó generosas portadas (por ejemplo, la del diario As), el desmentido del futbolista se escondió en cicateras páginas interiores. No faltaron, claro, las galerías fotográficas de jugadores emblemáticos que salieron "por la puerta de atrás". Si yo fuera un malpensado, que no lo soy, podría llegar a la conclusión de que se pretendía que el lector creyera una cosa distinta a la real.
Pero ni siquiera el desmentido de la falsa información por parte de su atónito protagonista parece ser ya suficiente para que el nuevo periodismo deportivo rectifique. Me viene a la cabeza aquel viejo adagio para malos periodistas que decía lo siguiente: "No dejes que la realidad te estropee una buena noticia". Así, Cristiano no sabría realmente lo que quiere Cristiano, Cristiano no estaría de acuerdo consigo mismo y si Cristiano fuera un hombre verdaderamente sensato debería esperar un poco hasta leer lo que algunos periodistas dicen que él piensa de su situación en el Real Madrid. Cristiano está descontento con el Real Madrid y punto. Y si, harto de que se arrojen continuamente falsedades sobre él, sale a desmentirlo, entonces queda demostrado que el desmentido es mentira y que a Cristiano no le queda otra que desmentir la verdad, que no es la que él dice sino la que publican sobre él determinados periodistas.
Por cierto que de la falta de seriedad de algunos futbolistas da buena prueba la actitud de Arda Turan. El turco dijo ayer a través de Twitter que su agente está hablando con tres o cuatro equipos. Con un par. Si Turan, que también tiene contrato hasta el año 2017 como Ramos con el Madrid, se quiere marchar del Atleti no es porque Simeone le haga correr mucho o poco (lleva ya cuatro años con el Cholo) sino porque ha visto que le pueden pagar más dinero en otro sitio. Ya he escuchado eso de "¡esto no se lo merece la afición del Atleti!"... Y es verdad: la afición del Atleti no se merece que Turan, que quiere ganar más, coquetee con otros clubes. Ninguna afición se merece eso... salvo, al parecer, la del Real Madrid, que sí se merece todos y cada uno de los desplantes de sus jugadores. Se mereció el desplante del papá de Özil. Y luego el de Di María. Y antes el de Robinho. A diferencia de otras aficiones, la del Madrid es abofeteable. Son, ya se sabe, las cosas del nuevo periodismo deportivo.