El médico que se encuentra en el centro de la Operación Galgo y que fue el mayor salpicado por la Operación Puerto contra el dopaje no siempre tuvo tan mala prensa como ahora. Sus técnicas, ahora tan denostadas, eran elogiadas tiempo atrás por pioneras y trabajó codo con codo con José María Odriozola –entonces catedrático de Bioquímica, y ahora presidente de la Federación de Atletismo.
En su columna de hoy en El Mundo, Víctor de la Serna, tertuliano de esta casa, recuerda cómo el diario El País defendía hace 25 años, concretamente el 14 de febrero de 1985, las técnicas pioneras del joven doctor Eufemiano Fuentes, quien colaboraba con Odriozola. De la Serna recuerda que el escritor de aquel artículo, Juan Mora, hoy es subdirector de As, "periódico, que durante mucho tiempo más en serio se ha tomado la lacra del dopaje".
Según el tertuliano de Libertad Digital, Mora "daba clarísimamente a entender que el presidente de la Federación estaba en el ajo". Posteriormente, recuerda que hace 25 años, el mismo periodista publicaba "panegíricos del doctor Fuentes" en El País.
En el artículo de hace 25 años en El País, Juan Mora presentaba a Eufemiano Fuentes, -entonces tenía 27 años- como un soñador que "cambió su situación acomodada de ginecólogo en Las Palmas por 50.000 pesetas de sueldo mensuales (...) para tener la posibilidad de desarrollar las labores de investigación con las que siempre soñó". El artículo, además, cita a Pascua Piqueras –presuntamente implicado en la Operación Galgo, "quien facilitó importantes contactos en el extranjero".
Odriozola y los comienzos de Fuentes
Para cerrar el círculo, encargaron al entonces directivo José María Odriozola –hoy presidente de la Federación de Atletismo, cargo del que no piensa dimitir"- "la formación de una comisión científico-médica para controlar estos temas en seno federativo". Relata también que Fuentes y Odriozola se entrevistaron para "intentar armonizar estos ensayos y la normativa a proponer".
Estos eran los comienzos de Eufemiano Fuentes y cómo empezó a estrechar lazos en el mundo del atletismo, que acogió con los brazos abiertos sus nuevas técnicas, ya que "los atletas españoles nunca habían disfrutado de las ayudas que gozan rivales de otros países". Tras año y medio de investigación, ya tenía la fórmula para conciliar mejoras en el rendimiento de los atletas eludiendo los controles de dopaje.
Sin embargo, la aparición de cinco positivos desvelaron sus investigaciones. Eufemiano Fuentes, entonces, se defendía de haber utilizado a personas que voluntariamente se habían prestado a los experimentos en vez de atletas de primer nivel: "No podíamos arriesgarnos a realizar pruebas con atletas que están pasando constantemente controles (...) por la imagen que da en el exterior", decía entonces Fuentes, que ahora es internacionalmente relacionado con el dopaje.
Pruebas en Los Ángeles 84
La sueroterapía era uno de los tratamientos utilizados por el médico. Juan Mora reconoce que Fuentes "tuvo la ventaja de que, gracias al espionaje industrial realizado, se ahorró años de investigación". Además, el doctor Fuentes minimizaba los riesgos de estas aplicaciones aunque "algunos [atletas] con tal de hacer marca, serían capaces de cortarse un brazo", decía entonces Eufemiano.
Las investigaciones, reiteraban, eran pioneras, pero el médico tenía el temor de que "sus investigaciones no sean comprendidas", decía Mora en su artículo en el diario de PRISA. Por último relataba que ya se aplicó ese suero a algunos atletas durante los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84, pero no quisieron dar los nombres de los deportistas "porque es la manera de evitar que se piense que los éxitos que puedan conseguir se atribuyan exclusivamente a las ayudas que reciben".
Como puede observarse, las técnicas de Eufemiano Fuentes no siempre fueron tabú y no estaban mal vistas. Al contrario, era supervisadas y analizadas por la Federación para evitar que dieran positivo, mientras que utilizaba tratamientos novedosos en los atletas para mejorar las marcas.