L D (EFE) Liderada por una Ceckova inconmensurable, al Krim sólo le costó ocho minutos darle la vuelta a la eliminatoria (7-3), principalmente porque al conjunto español se le hizo una montaña la defensa 5-1 que planteó Tone Tiselj para cortar la circulación de balón de El Osito, que estuvo, además, muy impreciso en la recepción del balón. En vista de su bloqueo ofensivo, el equipo español recurrió a las bandas para tapar la sangría que las eslovenas habían abierto en el marcador y, gracias al acierto de Stephanie Cano y Noelia Oncina desde los seis metros, se mantuvo viva en el partido en el momento álgido de la presión del Krim (11-7, m.17).
Nueve de los primeros once goles de El Osito los habían anotado las extremos, pero el pobre balance defensivo del equipo de Cristina Mayo pesó demasiado en un periodo inicial en el que Doler y Freser encontraron muchas veces un agujero en el centro de la retaguardia española para penetrar y fusilar a Eli López. Contagiado por un ambiente sofocante, El Osito perdió los papeles en el tramo final del primer tiempo, con numerosos fallos en los pases y la oportunidad de conceder al Krim contraataques rápidos, pero el conjunto esloveno no supo aprovechar las facilidades y se retiró al descanso con una ventaja menor de la esperada (18-12).
El arranque del segundo tiempo no pudo ser más desesperanzador para los intereses españoles, porque a las jugadoras de El Osito se les congelaron las ideas y sus errores, esta vez sí, fueron aprovechados por el equipo balcánico para marcharse casi definitivamente en el marcador (24-14, m.39). Pese a que Natalia Morskova comenzó a encontrar portería, el equipo español nunca fue capaz de bajar de los ocho goles de desventaja. Y eso que Cristina Mayo recurrió a todas las variantes tácticas, desde el 6-0 hasta la defensa individual sobre todas las jugadoras eslovenas por toda la cancha.
Pero no era el día de Medved, que se encontró en el tramo final con una Luminita Dinu espléndida bajo los palos, ni de Puche o Cristina Gómez, con el casillero de goles casi en blanco, por lo que el equipo valenciano se quedó a las puertas del máximo título continental, en un triste colofón a una generación irrepetible de jugadoras que abandonarán el club esta temporada.
Nueve de los primeros once goles de El Osito los habían anotado las extremos, pero el pobre balance defensivo del equipo de Cristina Mayo pesó demasiado en un periodo inicial en el que Doler y Freser encontraron muchas veces un agujero en el centro de la retaguardia española para penetrar y fusilar a Eli López. Contagiado por un ambiente sofocante, El Osito perdió los papeles en el tramo final del primer tiempo, con numerosos fallos en los pases y la oportunidad de conceder al Krim contraataques rápidos, pero el conjunto esloveno no supo aprovechar las facilidades y se retiró al descanso con una ventaja menor de la esperada (18-12).
El arranque del segundo tiempo no pudo ser más desesperanzador para los intereses españoles, porque a las jugadoras de El Osito se les congelaron las ideas y sus errores, esta vez sí, fueron aprovechados por el equipo balcánico para marcharse casi definitivamente en el marcador (24-14, m.39). Pese a que Natalia Morskova comenzó a encontrar portería, el equipo español nunca fue capaz de bajar de los ocho goles de desventaja. Y eso que Cristina Mayo recurrió a todas las variantes tácticas, desde el 6-0 hasta la defensa individual sobre todas las jugadoras eslovenas por toda la cancha.
Pero no era el día de Medved, que se encontró en el tramo final con una Luminita Dinu espléndida bajo los palos, ni de Puche o Cristina Gómez, con el casillero de goles casi en blanco, por lo que el equipo valenciano se quedó a las puertas del máximo título continental, en un triste colofón a una generación irrepetible de jugadoras que abandonarán el club esta temporada.