El Osasuna se aferra a la Champions y deja al Mallorca al borde del abismo

L D (EFE) El mayor mérito del Mallorca en la primera parte fue el de anular por completo la ofensiva del Osasuna, que en contadas ocasiones se acercó hasta la portería de Toni Prats. Milosevic y Webó estuvieron siempre muy bien marcados por Ballesteros y Nunes, y la única ocasión de gol navarra se produjo como consecuencia de una decisión de uno de los asistentes de Pérez Lasa (m.18), que marcó un fuera de juego inexistente. La defensa bermellona se desatendió de la jugada, pero tuvo que reaccionar a contrarreloj al percartarse de que el colegiado la daba como válida. En todo caso, Milosevic no acertó.

El peligro balear llegó por las faltas directas. Basinas (m.27) y Arango (m.28) obligaron a la defensa del Osasuna a emplearse a fondo. También, Pereyra llegó bien a un balón suelto en la entrada del área (m.30), pero envió el balón a las nubes. El Mallorca, en todo caso, mostró una mejoría sensible en su juego con respecto a la pasada jornada, cuando no pudo pasar del empate (0-0) ante el Alavés en el mismo escenario. Gregorio Manzano movió el banquillo y cambió el sistema (pasó del 4-4-2 al 4-1-4-1), otorgándole una gran relevancia a Arango, que hizo las veces de "cerebro" del juego balear. Doni jugó por la banda derecha y Víctor Casadesús se movió en la punta del ataque. En el banquillo quedaron Jonás Gutiérrez y Pisculichi, aunque entraron en la segunda parte.

El Mallorca fue más eficaz porque tuvo el balón y una gran presencia en la zona ancha. Al Osasuna le costó mucho avanzar sus líneas y hubo momentos en que pasó por auténticos apuros. El conjunto insular salió como una bala en la segunda parte. El árbitro anuló un gol a Víctor Casadesús (m.47) por indicación de su ayudante, que vio como el delantero se ayudó de la mano para encarar Ricardo, y Doni (m.48) obligó al meta osasunista a realizar una gran parada poco después.

La presión del Mallorca fue constante y obligó al Osasuna a redoblar sus esfuerzos para contener la intensa ofensiva local. Pudo marcar Arango (m.71), pero su remate envenenado por el viento se fue al larguero. El venezolano repitió la oportunidad (m. 81), pero envió su cabezazo a las manos de Ricardo. La búsqueda constante del gol de la victoria propició la apertura de espacios que el Osasuna aprovechó en el tiempo de descuento. El griego Angelis Basinas le dejó el balón a Delporte y éste no perdonó ante la salida desesperada de Toni Prats. Fue un auténtico mazazo para los jugadores y la afición. El Osasuna se encontró con tres puntos cuando hacía muchos minutos se conformaba con uno.