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El Oporto da la sorpresa en Old Trafford y el Chelsea rentabiliza su ventaja ante el Stuttgart

Francisco da Costa Costinha ha dado al Oporto el pase a cuartos de final de la Liga de Campeones con un gol en el último minuto que pone fin a la andadura europea del Manchester United, que por primera vez en ocho años no estará entre los ocho mejores del torneo. El Chelsea, por su parte, ha logrado un empate sin goles ante el Stuttgart que le basta para avanzar en una competición en la que todavía no ha podido marcar en su propio estadio.

L D (EFE) Al Manchester le falló la fortuna en los últimos instantes y tuvieron que despedirse de forma dramática de la Champions tras un frenético encuentro en Old Trafford.

Los diablos rojos comenzaron agotando en casa todo su potencial ofensivo desde el primer minuto, con la clara intención de no dar tregua y de hacerse con el dominio pleno del choque. Pese al visible empeño del Oporto, fue el equipo inglés el que dispuso de las mejores ocasiones en los primeros compases del duelo. Paul Scholes tuvo una buena oportunidad de inclinar el marcador a favor del conjunto inglés en el minuto 10 con un disparo que se desvió ligeramente.

Otra acción individual de Ruud Van Nistelrooy, que se plantó en solitario en el área portuguesa, sorteando a dos defensas por el camino, dio otro susto importante a Vitor Baia. Y tras estos amagos, la superioridad del equipo local se plasmó gracias a un decisivo remate de cabeza desde dentro del área de Paul Scholes, asistido por el galés Ryan Giggs. En esta primera mitad, el entrenador del Oporto, José Mourinho, se vio forzado a reemplazar al capitán Jorge Costa, con una lesión muscular, por Pedro Emanuel. Maniche tuvo en su mano la ocasión de nivelar para el Oporto, con un disparo desde la izquierda del área inglesa.

El Oporto aumentó notablemente la presión tras el descanso, buscando el área inglesa con mayor empeño y encadenando mejor las jugadas. Carlos Alberto hizo temblar en este segundo tiempo al meta norteamericano del Manchester, Tim Howard, con otra jugada peligrosa, pero los goles seguían sin llegar para los visitantes. El escocés tuvo que sustituir a Cristiano Ronaldo por Ole Gunner Solskjaer. El luso tuvo que ser sacado del campo en una camilla. Costinha, en el último minuto, modificó el guión del encuentro, añadió dramatismo a la atmósfera del Old Trafford y aniquiló de raíz las esperanzas del once inglés.

 
El Chelsea sigue sin marcar en Stamford Bridge
 
El Chelsea, por su parte, será el único equipo de Inglaterra que disputará los cuartos de final. Los pupilos de Claudio Raineri salieron al campo esperando al Stuttgart con dos líneas de cuatro hombres y maniataron buena parte de los esfuerzos ofensivos del conjunto alemán. Ante la imposibilidad de llegar al área contraria tocando la pelota o a través de jugadas individuales los dirigidos por Felix Magath, que estaban obligados a marcar tras perder por la mínima diferencia el partido de ida en casa, recurrieron a los pelotazos al área o a los remates de larga distancia.

Los pelotazos morían en la cabeza de los defensas contrarios y de los diversos disparos desde la distancia sólo uno, del húngaro Imre Sazbics, llevó algún peligro a la portería de Carlo Cudicini. El Chelsea intentaba llegar por la banda izquierda, aprovechando la velocidad de Damian Duff, y fue algo más peligroso que el Stuttgart, aunque a lo largo del primer tiempo no tuvo espacios para el contragolpe. En la segunda parte, el partido se hizo más abierto porque el Stuttgart empezó a atacar con más decisión, con mayor proyección de sus laterales corriendo el riesgo de dejar desguarnecida la retaguardia.

Ya en el minuto 46 hubo una señal de que el partido había cambiado, cuando Philip Lahm llegó al área inglesa en una gran jugada individual y remató ligeramente desviado. Los dos equipos empezaron a jugar más rápido, el Stuttgart arriesgándolo todo y el Chelsea buscando contraatacar a través de Dauff y Crespo, aprovechando que los alemanes habían adelantado sus líneas. El Stuttgart logró superar en repetidas ocasiones la primera de las líneas de resistencia del Chelsea, pero al llegar al área se encontró una y otra vez con que ésta estaba llena de defensores  blues , que le cerraban a los atacantes alemanes toda posibilidad de disparo a puerta. Al final, el Chelsea estuvo, incluso, a punto de sentenciar el partido y lo hubiera hecho de no haber sido porque Timo Hildebrand hubiera intervenido con paradas sensacionales ante Mutu.

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