L D (EFE) El Barça empezó mal, como ya le ocurriera ante el Armani Jeans o el Maccabi, sin ritmo de partido ni acierto en el tiro. Los hombres de Dusko Ivanovic fallaron los seis primeros lanzamientos de campo que intentaron y el Olympiacos, poco a poco, fue abriendo brecha en el marcador. Tras el 4-4 inicial, los griegos endosaron a su rival un parcial de 10-0 (14-4, min.7), merced a la inspiración del ex azulgrana Zizic, autor de doce puntos en el primer cuarto y dominador del juego interior ante la ausencia de Marconato, quien cometió dos faltas personales en el primer minuto de juego y tuvo que sentarse en el banco.
Ivanovic no paraba de rotar a sus hombres, buscando la inspiración de alguno de ellos para agarrarse al partido. Sin embargo, el problema de esta Barca no es que no tenga calidad individual sino que no juega como un equipo. En ataque, sólo Fucka mantenía el tipo en el bando visitante y, con el Barcelona a remolque y el Olympiacos marcando el tempo de partido, se llegó al final del primer cuarto (23-12).
En la segunda manga el fornido Shortsianitis tomó el relevo de Zizic en la pintura y los griegos cobraron una máxima ventaja de catorce puntos (31-17, min.13). Siete puntos consecutivos de De la Fuente permitieron a los catalanes recortar diferencias (31-24), y el Barcelona pareció animarse con otro triple de Williams. Sin embargo, la reacción visitante fue un visto y no visto. Una mala selección de tiro, varios balones perdidos por los de Ivanovic y las canastas de Edney y Chatzis colocaron la ventaja local, de nuevo, por encima de los diez puntos al descanso (44-31).
El tercer cuarto empezó con un triple de Barlos que colocó la máxima diferencia del Olympicos en todo el partido (47-31), y el Barcelona se encontró nada más empezar la reanudación dieciséis puntos abajo. Navarro, inédito en la primera mitad, apareció para anotar seis puntos prácticamente consecutivos, y el Barcelona empezó a creer en que la remontada era posible. Los de Ivanovic, con un De la Fuente bastante acertado, un juego más alegre y algo más de intensidad defensiva lograron superar la barrera psicológica de los diez puntos (53-44, min.28), pero cada vez que parecían iniciar la reacción, encadenaban tres o cuatro errores que frenaban cualquier posibilidad de darle la vuelta al encuentro.
Una bandeja fallada por Navarro y unos pasos de Grimau en dos contraataques claros de los catalanes frustraron la posibilidad de recortar aún más la ventaja, que se vio aumentada con una canasta sobre la bocina de Edney al final del tercer cuarto y un triple de Vasilopoulos nada más empezar la última manga (60-46). Con todo el último cuarto por jugarse y catorce puntos abajo, el Barcelona lo intentó por última vez. Navarro y Marconato anotaron varias canastas, el Olympiacos se relajó, y un triple de Williams puso el 69-60 a falta de 3 minutos y medio para el final. Pero ahí se acabó todo. Lewis respondió con otro triple, el Barça bajó definitivamente los brazos, y los griegos se dedicaron a controlar el partido hasta la bocina final (80-68).
Ivanovic no paraba de rotar a sus hombres, buscando la inspiración de alguno de ellos para agarrarse al partido. Sin embargo, el problema de esta Barca no es que no tenga calidad individual sino que no juega como un equipo. En ataque, sólo Fucka mantenía el tipo en el bando visitante y, con el Barcelona a remolque y el Olympiacos marcando el tempo de partido, se llegó al final del primer cuarto (23-12).
En la segunda manga el fornido Shortsianitis tomó el relevo de Zizic en la pintura y los griegos cobraron una máxima ventaja de catorce puntos (31-17, min.13). Siete puntos consecutivos de De la Fuente permitieron a los catalanes recortar diferencias (31-24), y el Barcelona pareció animarse con otro triple de Williams. Sin embargo, la reacción visitante fue un visto y no visto. Una mala selección de tiro, varios balones perdidos por los de Ivanovic y las canastas de Edney y Chatzis colocaron la ventaja local, de nuevo, por encima de los diez puntos al descanso (44-31).
El tercer cuarto empezó con un triple de Barlos que colocó la máxima diferencia del Olympicos en todo el partido (47-31), y el Barcelona se encontró nada más empezar la reanudación dieciséis puntos abajo. Navarro, inédito en la primera mitad, apareció para anotar seis puntos prácticamente consecutivos, y el Barcelona empezó a creer en que la remontada era posible. Los de Ivanovic, con un De la Fuente bastante acertado, un juego más alegre y algo más de intensidad defensiva lograron superar la barrera psicológica de los diez puntos (53-44, min.28), pero cada vez que parecían iniciar la reacción, encadenaban tres o cuatro errores que frenaban cualquier posibilidad de darle la vuelta al encuentro.
Una bandeja fallada por Navarro y unos pasos de Grimau en dos contraataques claros de los catalanes frustraron la posibilidad de recortar aún más la ventaja, que se vio aumentada con una canasta sobre la bocina de Edney al final del tercer cuarto y un triple de Vasilopoulos nada más empezar la última manga (60-46). Con todo el último cuarto por jugarse y catorce puntos abajo, el Barcelona lo intentó por última vez. Navarro y Marconato anotaron varias canastas, el Olympiacos se relajó, y un triple de Williams puso el 69-60 a falta de 3 minutos y medio para el final. Pero ahí se acabó todo. Lewis respondió con otro triple, el Barça bajó definitivamente los brazos, y los griegos se dedicaron a controlar el partido hasta la bocina final (80-68).