L D (EFE) "Sólo ahora empiezo a apreciar la quilla de estos barcos. Actualmente, tenemos un viento constante de 54 nudos, con picos de 50 nudos, que nos permiten aumentar la velocidad de navegación", explicó Bekking para describir la situación de la embarcación española. Además, el capitán del Movistar señaló que "si el barco hubiera estado en plenas condiciones, podríamos haber rentabilizado mucho más las condiciones del viento y haber logrado batir un récord de velocidad que nos permitiera recortar distancias con el resto de los rivales".
Cuando sólo restan 1000 millas para el final de la cuarta etapa, en Río de Janeiro, Bouwe Bekking, narró los problemas sufridos durante la noche: "El barómetro cayó en picado en menos de una hora y la gran racha de viento nos dio un buen batacazo. Las olas venían en todas las direcciones, pero conseguimos pasar a través del frente sin sufrir ningún daño". Tras salvar estas dificultades, el barco español se ha convertido en el más rápido de las últimas 24 horas, mientras que el estadounidense Piratas del Caribe, bajo el mando de Paul Cayard, segundo en la clasificación de la etapa, ha sido el que menos distancia ha recorrido.
En referencia al estado del mar, el proa del Movistar, el sudafricano, Mikey Joubert indicó: "es impresionante lo que han crecido las olas. Hemos estado navegando sin la mayor, un foque pequeño, incluso con una vela de estay más pequeña y seguimos navegando a 20-27 nudos". En clave de humor, el compañero de Joubert en la proa, el español Pepe Ribes, explicó que aún no han empezado el jamón que les regaló ayer el comandante, Javier Sánchez, porque "tal y como está el tiempo de revuelto, no quiero ver cómo nos lo zampamos y luego lo vomitamos por la borda".
Cuando sólo restan 1000 millas para el final de la cuarta etapa, en Río de Janeiro, Bouwe Bekking, narró los problemas sufridos durante la noche: "El barómetro cayó en picado en menos de una hora y la gran racha de viento nos dio un buen batacazo. Las olas venían en todas las direcciones, pero conseguimos pasar a través del frente sin sufrir ningún daño". Tras salvar estas dificultades, el barco español se ha convertido en el más rápido de las últimas 24 horas, mientras que el estadounidense Piratas del Caribe, bajo el mando de Paul Cayard, segundo en la clasificación de la etapa, ha sido el que menos distancia ha recorrido.
En referencia al estado del mar, el proa del Movistar, el sudafricano, Mikey Joubert indicó: "es impresionante lo que han crecido las olas. Hemos estado navegando sin la mayor, un foque pequeño, incluso con una vela de estay más pequeña y seguimos navegando a 20-27 nudos". En clave de humor, el compañero de Joubert en la proa, el español Pepe Ribes, explicó que aún no han empezado el jamón que les regaló ayer el comandante, Javier Sánchez, porque "tal y como está el tiempo de revuelto, no quiero ver cómo nos lo zampamos y luego lo vomitamos por la borda".