El Real Madrid ha caído derrotado en un final de infarto (64-66) ante Maccabi de Tel Aviv en la última jornada del Top-16 de la Euroliga, por lo que se tendrá que enfrentar en cuartos de final al FC Barcelona, su bestia negra, al quedar los israelíes en la primera posición de su grupo.
El conjunto madrileño salió 'enchufado' al partido apoyado en un Palacio de Vistalegre que estaba lleno para empujar a su equipo a la primera plaza del grupo que le llevase a tener el factor cancha a favor en los cuartos de final. El ambiente desde el primer minuto fue ensordecedor y animando cada jugada de los de Messina.
Sergio Llull, con nueve puntos, y Pablo Prigioni, con nueve de valoración, lideraron al Real Madrid en la primera parte. En el lado israelí, el único que mantuvo a su equipo fue Bluthenthal, con siete puntos e incansable en defensa.
Después del descanso, las defensas de ambos equipos se seguían imponiendo a los ataques. El Maccabi se acabó imponiendo en el tercer periodo gracias a un tiro libre de Lasme y, aunque muy poco, consiguió dejar a su equipo a menos de diez puntos para afrontar los últimos y decisivos diez minutos en los que los israelíes necesitaban remontar para evitar enfrentarse al FC Barcelona en los cuartos de final.
El Maccabi pisó el acelerador y se colocó a cuatro puntos gracias a dos tiros libres convertidos por Eidson y un posterior triple de Bluthenthal, que pusieron el miedo en el cuerpo a los madridistas. El Maccabi se puso arriba a falta de un minuto y ganando por tres puntos, algo que despistó a los jugadores de Messina, que sin embargo, contaban con la ayuda de Vistalegre, que creó un ambiente propio de Grecia o Turquía para afrontar los últimos segundos en los que había que remontar.
Un triple de Travis Hansen a falta de 13 segundos empató el envite, pero la posesión era para Maccabi y Gershon pidió un tiempo muerto para planear la jugada que tenía que llevarles al triunfo. Hansen realizó una falta quedando cuatro segundos y Anderson se sitúo en la línea de tiros libres anotando los dos que acabaron dando la victoria a Maccabi y el liderato del grupo. En la posterior jugada, Llull avanzó precipitado por los cuatro segundos que restaban y entregó a Hansen con un pase deficiente. El estadounidense no acertó a capturarla y mandó al limbo las ilusiones merengues. El Barça, la última gran bestia negra, será el próximo rival blanco en Euroliga.
El Barça acaba con una victoria contundente
Por su parte, el Regal FC Barcelona acabó de la mejor manera posible su actuación en el Top-16 con una trabajada victoria sobre el Partizán Belgrado (82-64) en un duelo que desatascó un espectacular Juan Carlos Navarro y en el que, a base de trabajo, los blaugrana consiguieron desconectar a un Partizán que puso en aprietos a los locales hasta el descanso e irán al play-off de cuartos contra el Real Madrid con factor pista a favor.
Sin los nervios del tener que conseguir la clasificación, obtenida en la pasada jornada, el Regal FC Barcelona afrontaba el partido de esta noche con la meta de meterse en los play-off de cuartos de final como primeros de grupo, y así tener el factor pista, casi siempre determinante, a favor. Sin embargo, los serbios tenían idéntico objetivo en mente. Al final, el premio fue para los blaugrana, quienes consiguieron además la revancha contra el único equipo que ha sido capaz de ganarles hasta ahora en Europa.
Como en la ida, el partido fue muy disputado y la fuerza demostrada por los hombres interiores del Partizán al inicio fue determinante. Una vez el Barcelona apretó las tuercas en defensa, al final del primer cuarto, se consiguió la primera diferencia cómoda (22-16). Cuando más apretaba el Partizán, volvió a aparecer Navarro para dar un golpe de autoridad sobre la mesa. También contribuyó en la segunda escapada de la noche el buen hacer de Rubio en defensa y en la salida de juego. Con el joven base de El Masnou y Navarro en pista, realmente el Barcelona tenía una cara bien distinta. Con 36-30 se llegó al descanso, un marcador ajustado y muy bajo que fue fiel reflejo de lo ocurrido en pista.
Tras la reanudación, un Barça que había tomado nota del inicio de partido intentó poner una ventaja cómoda en el electrónico y lo consiguió. A falta de 8:30 para el final, se llegó a los 20 puntos de diferencia (64-44). Al no importar el balance de puntos, el Barça empezó a seleccionar los tiros, a jugar sin prisa y a llevar el partido donde se siente más cómodo. Hasta el final del partido, se mantuvo la ventaja y no hubo más sobresaltos y emoción que la espera por ver qué sucedía entre Real Madrid y Maccabi. Al final, victoria israelí y 'clásicos' por un tubo en los cuartos de final de esta Euroliga.