El Ajax ya no es el equipo que hace unos lustros deslumbraba en Europa. Ahora es un conjunto menor, sin relumbrón. Si a eso le añades que su máxima estrella, el delantero uruguayo Luis Suárez, no pudo jugar en el Santiago Bernabéu por sanción, se antoja totalmente lógico que el Real Madrid le haya pasado por encima como una apisonadora. El equipo holandés volvía a la Liga de Campeones después de cinco años de ausencia y se marchó del coliseo blanco con el rabo entre las piernas.
Después del discreto partido contra el Osasuna, la afición madridista quería buen fútbol, y el Ajax parecía el convidado de piedra perfecto. El conjunto blanco jugó mejor que frente a los rojillos de José Antonio Camacho, pero aún le falta bastante. José Mourinho, en su estreno como técnico madridista en la máxima competición europea, no pudo contar con Sergio Ramos, baja de última hora por una sobrecarga en el sóleo, y en su lugar apostó por Álvaro Arbeloa. Además, sacó del once a Benzema, missing frente a los navarros, y sacó de inicio a Di María, más enchufado e incisivo que el francés.
Desde muy pronto se vio que el Real Madrid iba a ser el dueño absoluto del balón. Y ello gracias a las incursiones de Mesut Özil, uno de los nuevos ídolos de la parroquia madridista. El ex jugador del Werder Bremen posee velocidad, regate y una gran visión de juego, como se pudo ver esta noche contra el Ajax de Martin Jol. A los once minutos ya dio muestras de lo que sabe hacer y, sólo dos después, Higuaín gozó de su primera ocasión clara en el partido. Una de tantas que iba a tener.
No había señales de vida del Ajax, salvo la dureza con la que se empleaba para tratar de frenar las acometidas del Madrid. El capitán De Zeeuw vio pronto la amarilla por una durísima entrada a Marcelo y pudo haberse ido a las duchas al cuarto de hora de partido, aunque esta vez el colegiado esloveno Damir Skomina prefirió no agitar las aguas. En estas, el equipo de Mourinho seguía llegando con peligro a las inmediaciones de Stekelenburg, todo un seguro bajo palos y, sin duda alguna, el mejor del Ajax. Lo intentaron Di María y Cristiano –muy voluntarioso pero poco efectivo el luso–, aunque siempre sin tino: o la pelota se marchaba fuera o se topaban con el portero titular de la selección holandesa.
Quien sí acertó a marcar, cumplida ya la media hora, fue Anita, aunque en propia meta. Fue en un saque de esquina botado por Xabi Alonso: Higuaín tocó lo justo con el muslo y el lateral izquierdo del Ajax metió la bota para sorprender a su propio portero. Llegaba así el premio merecido para el Real Madrid. Lejos de reaccionar, el equipo holandés seguía encerrado en su parcela, viendo cómo los blancos estaban cerca de marcar el segundo gol. Lo tuvo Marcelo en sus botas, sólo tres minutos después, pero el brasileño optó por dejársela a Higuaín cuando lo tenía todo a favor para disparar, y el argentino no supo rematar la jugada. Con otro nuevo paradón de Stekelenburg, empleándose a fondo para meter los puños, se llegaba al descanso en el Santiago Bernabéu.
El partido siguió por los mismos derroteros tras el paso por vestuarios. Y de nuevo tuvo las ocasiones Gonzalo Higuaín, de todos los colores, pero el 2-0 seguiría sin llegar. Lo que sí venían eras las grandes jugadas de Özil, posiblemente el mejor fichaje del Madrid este año –el tiempo lo dirá–, aunque ni Cristiano ni el Pipita sabían culminar las jugadas. También lo seguiría intentando Di María, aunque el ex del Benfica tiraba siempre muy al centro y sus disparos eran interceptados por Stekelenburg.
En esas llegaría la primera ocasión para el Ajax, a los 18 minutos de la segunda parte. Fue en un lanzamiento de falta a cargo del central belga Alderweireld que a punto estuvo de sorprender a Casillas. Hubiera sido demasiado premio para un equipo que no tiene absolutamente nada salvo su portero y el ausente Luis Suárez. La otra oportunidad para los ajaccied fue un disparo de Emanuelson que se estrelló en el larguero un cuarto de hora después. Fue el único bagaje ofensivo de un Ajax inoperante y siempre a merced de los locales.
Cristiano Ronaldo, mientras tanto, seguía poniéndole mucha voluntad al asunto, pero no terminaba de encontrar puerta. Abandonó la banda izquierda para acabar por el centro, pero no era su noche. No lo fue el pasado sábado contra Osasuna ni tampoco lo iba a ser ésta. Sí sería la de Higuaín, que por fin lograba marcar después de acumular un sinfín de ocasiones. A los 72 minutos, Di María picó un balón para Özil y éste puso a prueba a Stekelenburg, cuyo rechace lo capturó el Pipita, que, esta vez sí, marcó su gol. Lo estaba mereciendo el argentino.
Los últimos minutos sirvieron para que Mourinho diera entrada a Pedro León y Sergio Canales, dos debutantes en la Liga de Campeones. El cántabro saltó al terreno de juego en sustitución de Özil, el nuevo héroe del madridismo. La afición que se dio cita en el Bernabéu se puso en pie para aplaudir por su gran partido al alemán, un futbolista que va a tener que decir mucho esta temporada.
Ficha técnica
Real Madrid, 2: Casillas; Arbeloa, Carvalho, Pepe, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso (Lass, m.83); Cristiano Ronaldo, Özil (Canales, m.87), Di María (Pedro León, m.79); e Higuaín
Ajax de Amsterdam, 0: Stekelenburg; Van der Wiel, Alderweireld, Ooijer, Anita; De Jong, Enoh; De Zeeuw (Tainio, m.68), Emanuelson; Sulejmani (Eriksen, m.84) y El Hamdaoui
Goles: 1-0, m.30: Anita, en propia meta; 2-0, m.72: Higuaín
Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Mostró tarjeta amarilla a De Zeeuw (m.8), del Ajax; y a Xabi Alonso (m.28), del Real Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la fase de grupos de Liga de Campeones 2010/11, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de unos 67.000 espectadores. Tres cuartos de entrada. José Mourinho debutó como entrenador del Real Madrid en la máxima competición europea