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El Madrid mejora pero no acaba con su maldición en San Siro

El Real Madrid respira. Fue mejor que el Milan durante muchos minutos, especialmente en la primera parte, pero no pudo sumar una victoria que habría allanado su camino hacia octavos de final. Benzema adelantó a los blancos y Ronaldinho puso el empate (1-1) de penalti.

El Real Madrid respira. Fue mejor que el Milan durante muchos minutos, especialmente en la primera parte, pero no pudo sumar una victoria que habría allanado su camino hacia octavos de final. Benzema adelantó a los blancos y Ronaldinho puso el empate (1-1) de penalti.

Parece haber encontrado Manuel Pellegrini su equipo tipo, aún sin Cristiano Ronaldo y con Raúl en el banquillo. En un encuentro que todos quieren jugar, el capitán se quedó por quinta vez en el banco en dos meses de competición. El 'Pipita' Higuaín merecía continuidad en el once después de su exhibicón ante el Getafe y la paciencia con Benzema acabó dando resultado.

Las piezas del 'Ingeniero' Pellegrini han empezado a encajar desde que por fin ubicó a Arbeloa en el lateral izquierdo. Da más consistencia defensiva y el Real Madrid, aún impulsado por la inercia del triunfo ante el Getafe en inferioridad numérica, dejó a un lado el ambiente de San Siro para salir a por el partido. Con los errores del encuentro del Bernabéu aprendidos, el conjunto blanco impuso un alto ritmo de juego para desgastar a un Milan con una media de edad superior a los 30 años. Era un día perfecto para levantarse definitivamente, olvidar la maldición histórica en San Siro y ofrecer una imagen de autoridad, con un fútbol veloz y directo que creó continuas ocasiones. La imagen de fuerza de la primera parte no fue secundada en la segunda.

Kaká era el gran protagonista del partido. Regresó a la casa donde se convirtió en el mejor futbolista del mundo. Donde su nombre se proyectó para devolver a lo más alto a un equipo plagado de éxito en su historial. Activo en cada minuto, no se cansó de intentarlo. Hasta en cuatro ocasiones disparó contra el marco defendido por Dida. En una de ellas nació el gol madridista. Antes, el Milan fue sorprendido por el Real Madrid, superado en cada acción y con Dida sin dejar de intervenir a disparos de Benzema, Higuaín y Lass Diarra. Salía a parada por minuto el brasileño cuando un disparo de Sergio Ramos, especialmente motivado, rozó el palo y se cantaba el 0-1.

Como ocurrió en el Santiago Bernabéu, Alexandre Pato era el peligro del Milan. Pero esta vez lo tenía más difícil porque Arbeloa mejora las lagunas defensivas de Marcelo. Estuvo firme, aunque a la contra las diabluras de Pato y la visión de Ronaldinho mantenían en vilo a Casillas. Providencial el portero de Móstoles en la única ocasión que Pato se quedó libre de marca, ganando el mano a mano a los 23 minutos tras una clara falta a Higuaín no señalada. El colegiado alemán Felix Brych permitía mucho contacto. Desde luego que el colegiado no quiso pasar inadvertido en este choque.

Había avisado Benzema con un disparo cruzado ajustado al palo y otro alto, cuando a los 28 minutos se encontró el rechace del disparo de Kaká y superó a Dida, retomando el testigo de Joseíto. El único madridista que marcó en competición europea en San Siro, en 1956, en una larga lista de fatídicos partidos. Era el premio justo al mejor Real Madrid de la temporada, pero la maldición de San Siro debía justificarse. En una acción aislada, Pepe se lanzó y desvió con el brazo un centro. Penalti. Ronaldinho no dudó y colocó en la escuadra su lanzamiento (m.34).

Como ocurrió en el Bernabéu, el Real Madrid pudo pagar caro unos minutos de duda. En esta ocasión el gol de Pato fue anulado. El árbitro interpretó falta sobre Arbeloa en un salto dentro del área, antes del remate con el que superaba a Casillas. Despidió el primer acto el Real Madrid con disparos de Kaká, levantándose del golpe recibido en un encuentro digno de las fases finales de Liga de Campeones.

Esa intensidad se diluyó en la reanudación. El Milán adelantó líneas y pasó a tomar el mando. Ambrosini pudo reflejarlo en el marcador pero su cabezazo fue desviado cuando tenía todo a favor. Todas las acciones a balón parado acababan en cabezazos de jugadores del Milán. Thiago Silva remató a la espalda de Xabi Alonso. Borriello no encontró puerta. El Real Madrid se había empequeñecido, comenzaba a mostrar errores de su irregular inicio de temporada. Pudo caer el partido para cualquier lado. Borriello rozaba un centro medido que detuvo Iker. Benzema y Kaká disparaban a las manos de Dida. El ritmo del partido ya era tan bajo como deseaba el Milán y Pellegrini en vez de insuflar fuerza al centro del campo, hizo los cambios en la delantera. Dio entrada a Raúl y Van Nistelrooy. Sacrificó la velocidad de Higuaín cuando el equipo jugaba a la contra.

Los nervios de los minutos finales dejaron dos errores defensivos madridistas. Un fallo de Pepe en el despeje no lo aprovechó Inzaghi, que instantes después cogía bien la espalda a Albiol pero chutaba al lateral. Sin embargo, la gran ocasión final, tras un potente disparo de Marcelo, la inventó Raúl. Su zurdazo se topó con la manopla izquierda de Dida en la parada de un partido digno de la mejor competición del mundo. Real Madrid y Milan se pelearán con Olympique de Marsella en un grupo que arde.


Ficha técnica del partido

AC Milan, 1: Dida; Oddo, Nesta, Thiago Silva, Zambrotta; Pirlo, Seedorf, Ambrosini; Pato, Ronaldinho; y Borriello (Inzaghi, m.78)
Real Madrid, 1: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Albiol, Arbeloa; Lass, Xabi Alonso; Kaká, Marcelo; Higuaín (Raúl, m.74) y Benzema (Van Nistelrooy, m.81)

Goles: 0-1, m.28: Benzema; 1-1, m.34: Ronaldinho, de penalti.
Árbitro: Felix Brych (Alemania). Mostró tarjeta amarilla a Pato (m.54), del Milan; y a Marcelo (m.57), Arbeloa (m.75) y Pepe (m.89), del Real Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada del grupo C de Liga de Campeones disputado en el estadio de San Siro ante la presencia de 78.000 espectadores

 

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