Me temo que va a ser verdad. La envidia es muy mala. Como pretendió decir la princesa del pueblo: "si la envidia fuera tiña, cuántos tiñosos habría".
En cuanto un personaje destaca, a por él. Y si es del Real Madrid mejor, así se matan dos pájaros de un tiro.
Los que me vayan a tachar de paranoico, abtenerse.
Llevan haciéndolo años. Y cada vez disimulan menos.
Sin ánimo de equipararme a Rajao cuando dice que, en la agresión al consejero de Murcia, se queda con la ¿parte positiva? del asunto, demostremos que sabemos perdonar de igual forma que criticar. "Manque" duela a muchos.
El saber pedir disculpas, el hecho de hacerlo, ya es un gesto de caballerosidad enormemente valioso, muy escaso en nuestra sociedad, que el Madrid debería "aplicarse" a la hora de darle trascendencia a este asunto para hacerlo olvidar cuanto antes, aunque realmente el acto en sí haya sido premeditado con toda la saña. Dicho esto, escuchando esRadio hace un rato, a pregunta de Luis Herrero, el portavoz de la RFEF ha recalcado que el error lo ha provocado una joven becaria que ha metido esa desafortunada frase que tanto revuelo ha ocasionado... lo cierto es que, este señor, a lo largo de su respuesta, ha pedido perdón en unas cinco ocasiones al Real Madrid.
Presunción de inocencia, ante todo, y más a alguien que no demuestra un ápice de soberbia.
Ha podido ser un cuento, pero se ha disculpado con el club.