Vaya el tópico por delante: a la séptima fue la vencida. Después de seis temporadas seguidas de frustraciones, cayendo eliminado en los octavos de final, el Real Madrid ha podido meterse al fin en la ronda de los ocho mejores de Europa. Lo ha hecho, además, con autoridad, goleando (3-0) al rival que lo eliminó el año pasado, el Olympique de Lyon. Pero ni este Madrid, ahora con José Mourinho y antes con Manuel Pellegrini, ni el equipo del Ródano son los mismos que en 2010: los blancos han ido a más; su rival, a menos pese a haber firmado un último mes encomiable, con cuatro victorias y un empate en la Liga francesa, con un balance de 16 goles a favor y sólo dos en contra.
El Santiago Bernabéu ha dado fe de ello. En un estadio abarrotado, con 78.000 aficionados dejándose la garganta en cada jugada –¡quién lo iba a decir!–, los blancos han rubricado otra noche mágica, otro partido de la máxima competición europea, la que históricamente dominan, para el recuerdo. Ni con Lisandro López, que no pudo jugar en la ida por lesión, el león fue tan fiero como lo pintaban.
Porque el Madrid salió enchufado como nunca, tratando de advertirle al contrincante quién maneja la batuta en el coliseo de La Castellana. De hecho, Mourinho lleva tres años sin perder un encuentro como local y sus pupilos no estaban dispuestos a que se quebrara esa racha. No, al menos, en una noche tan señalada como ésta. Jugó de inicio Cristiano Ronaldo, pese a no estar aún al cien por cien recuperado de su lesión de rodilla. Y también Karim Benzema. El ex jugador del Lyon está de dulce, en el mejor momento de su etapa como madridista. Va a gol(es) por partido y esta noche quería repetir ante sus ex compañeros.
Con su once de gala, el Madrid fue un vendaval y se volcó desde muy pronto sobre el área de Hugo Lloris, un porterazo. Özil dispuso muy pronto (m.3) de una ocasión, pero el meta titular de la selección francesa evitó el gol. Acto seguido, Khedira envió un balón al palo, pero la acción quedó invalidada por una falta muy rigurosa del alemán. Pepe vio muy pronto la tarjeta amarilla pero, lejos de quedar su juego condicionado, seguiría haciendo de las suyas. El Bernabéu empezaba a temer otra de sus enajenaciones mentales habituales. Su compatriota Cristiano Ronaldo también reclamaba el protagonismo y lo intentó con un remate de cabeza que atrapó Lloris.
El Olympique fue de menos a más y también estaba dispuesto a presentar batalla, como demostró en un peligroso tiro del argentino 'Chelo' Delgado que desvió Casillas (m.21). Fue la única ocasión clara de los franceses en toda la primera mitad. Volvió a avisar Cristiano en lo que fue el preludio del 1-0. Un golazo de Marcelo, quien combinó con el 7 del Madrid para marcharse de dos rivales y batir al portero francés. De hecho, de no ser por Lloris el Madrid pudo haberse marchado al descanso con una ventaja mucho más holgada porque, a continuación, le sacó un remate a bocajarro a Benzema. Pintaban oros en el Bernabéu, aunque el propio Marcelo dio el susto justo antes del descanso al enfilar renqueante el túnel de vestuarios tras un encontronazo con Toulalan. La cosa, afortunadamente, quedó sólo en eso: en un susto.
Más de lo mismo en la segunda mitad, con el Madrid gozando de ocasiones claras, como dos lanzamientos de Mesut Özil desviados a duras penas por Lloris y un cabezazo de Sergio Ramos. Para entonces, el técnico del conjunto visitante, Claude Puel, ya había movido ficha: dio entrada a Bafetembi Gomis, quien marcó en la ida, y sentó a Jimmy Briand.
Al igual que hace tres semanas en Gerland, Karim Benzema volvería a ver puerta –de nuevo batiendo al cancerbero por debajo de las piernas– para acabar con las ilusiones de sus ex compañeros y allanar el camino de los blancos a cuartos de final. Después de reclamar infructuosamente un más que dudoso penalti de Réveillère, BigBenz hizo el segundo (m.65) al aprovechar un pase en largo de Marcelo que hábilmente dejó pasar Özil. Lejos de reaccionar, el Lyon fue todo un coladero en defensa y facilitaba la labor a los siempre peligrosos delanteros madridistas. Ángel di María, uno de los hombres con más calidad de esta plantilla, puso el definitivo 3-0 poco después (m.75). Se plantó solo ante Lloris y no falló en el mano a mano. Se consumaba la venganza.
Quedaba un cuarto de hora y en ese tiempo aprovechó Mourinho para dar descanso a los autores de los dos últimos goles blancos, que se llevaron la cerrada ovación de su afición. Entraron al campo Granero y Lass Diarra. Justo antes, Adebayor había saltado al campo en sustitución de Cristiano. El togolés se fajó en ataque y en defensa y también quiso su gol, pero no llegó. Tocaba, pues, dar refresco a hombres importantes con vistas al derbi del sábado en el Vicente Calderón.
Además de los octavos, el Real Madrid también ha podido romper otro maleficio particular con el Olympique de Lyon, al que nunca había podido ganar después de siete enfrentamientos. Con el deber cumplido, el equipo blanco se ganaba el derecho a estar en el sorteo del próximo viernes en Nyon (Suiza). Ahora espera rival: Barcelona, Inter, Manchester United, Chelsea, Tottenham, Schalke y Shakhtar Donetsk.
Ficha técnica
Real Madrid, 3: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di María (Granero, m.78), Özil, Cristiano Ronaldo (Adebayor, m.73); y Benzema (Lass, m.83)
Olympique de Lyon, 0: Lloris; Réveillère, Cris, Lovren, Cissokho; Toulalan, Källström; Briand (Gomis, m.46), Gourcuff (Pied, m.68), Delgado (Pjanic, m.80); y Lisandro
Goles: 1-0, m.36: Marcelo. 2-0, m.65: Benzema. 3-0, m.75: Di María
Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Mostró tarjeta amarilla a Pepe (m.8) y Carvalho (m.30), del Real Madrid; y a Gourcuff (m.38) y Cissokho (m.52), del Lyon
Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 78.000 espectadores, entre ellos unos 3.500 seguidores franceses. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas de Japón y el Real Madrid mostró su apoyo al barcelonista Eric Abidal, desde los vídeo marcadores y con camisetas al final del encuentro